26 de octubre de 2015

Aldeavieja: Edad Media 1.


Edad Media.         
          Habría que esperar al 711 para que aquel escenario diese un vuelco importante: los pueblos musulmanes del norte de África inician la invasión del reino visigodo; en un principio se trata de expediciones para conseguir botín, pero al darse cuenta de la descomposición en que se encuentra el reino visigodo, se plantean en serio la ocupación del territorio y su integración en el Islam; esta conquista se realiza respetando los usos y religión de los vencidos, a la vez que comienza una repoblación de las zonas más desocupadas por emigrantes bereberes; durante doscientos años, en esta zona del Duero meridional, conviven los antiguos pobladores hispano-visigodos con los nuevos invasores del norte de África; las conversiones a la nueva religión, por sus ventajas económicas (ya que les exime de un oneroso impuesto), es moneda corriente; aún así, desde muy pronto la zona se convierte en una virtual “zona de nadie”, por la cercanía a las fronteras, muy movedizas, de los reinos castellano, leonés y de las diferentes taifas y reinos andalusíes.
          Hacia el año 900, los reinos cristianos del norte mandan nuevos repobladores a esta “zona de nadie”; su única ocasión de supervivencia estriba en no ser localizados; esta premisa hace que las poblaciones, ya pequeñas de por sí, se dispersen aún más; convirtiéndose en auténticos caseríos; muchos se esconden y se alejan de los lugares de paso, intentando no ser víctima de unos o de otros, sólo así se comprende la elección de los poblados que surgen en la zona del Cardeña; San Miguel de Cardeña, San Juan del Berrocal, La Carrera y los de Blascoeles y Aldeavieja, que, casi con seguridad, tuvieron otros nombres; los primeros están casi enterrados en el paisaje; cercanos a ríos y a bosques y alejados de las principales vías de comunicación; otros, como Aldeavieja, en un lugar privilegiado para su defensa, pero en una posición lateral; es una época de huidas y vueltas; tanto de las poblaciones mozárabes como de las cristianas.





                                                                      Ruinas de la ermita de San Miguel de Cardeña.

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          En el año 1085 se produce un hecho que cambia toda la historia de los pueblos que nos ocupan: el rey Alfonso VII conquista Toledo y nuestra zona queda ya integrada, con una cierta seguridad, en el ámbito castellano-leonés. Es en este momento cuando se abandonan los primitivos caseríos cercanos al Cardeña, (este nombre, como el del cercano pueblo de Cardeñosa, se debe a que los repobladores primeros de la zona procedían de la actual provincia de Burgos, seguramente pertenecientes a San Pedro de Cardeña, hay en los archivos de este monasterio un documento del año 943 con una donación de los habitantes de estos pueblos que parece acreditar claramente su origen) y sus pobladores, junto con otros nuevos venidos de diferentes zonas, se agruparon en las poblaciones de Blascoeles y Aldeavieja, situadas en lugares mejores, tanto para sus comunicaciones como para su economía; el nombre de Blascoheles (así escrito originalmente) señala, según los estudiosos, el origen gallego o asturiano de los nuevos pobladores; mientras que, el de Aldea Vieja (se escribió separado hasta finales del siglo XIX, en el censo de 1860, en que pasa a ser una sola palabra), viene dado por ser, de todos los caseríos existentes, el más antiguo; el pueblo se extendió alrededor de la iglesia de San Cristóbal que, por su sólida construcción podría servir, en caso de necesidad, de refugio para la población.


                                                                              Restos del ábside de San Miguel de Cardeña.



Documentación.-

“Historia del origen, antigüedad y fundación del lugar de Aldeavieja, de los milagros de Ntra. Sra. del Cubillo y Señor San Cristóbal sus Patrones”
Licenciado Francisco García. 1613
19,5x14,5. 48 páginas
          (este libro, cuyo único ejemplar conocido se encuentra en la biblioteca del Monasterio del Escorial, fue escrito por un sacerdote, natural de Aldeavieja, que ejercía el puesto de canónigo en la catedral de Segovia; al libro le faltan páginas por lo que le he añadido texto para su mejor comprensión; la parte en cursiva es la original)

          El término de Aldeavieja, es de suponer estuvo poblado desde una remota antigüedad. El Licenciado Francisco García señala como la más antigua población, el lugar de Cardeña. La posterior formación de caseríos, con el correr del tiempo dieron lugar a los pueblos, de los cuales algunos existen en la actualidad –como Blascoeles- y otros desaparecidos, y de los que quedan como testigo de su existencia, las ermitas que en su día fueron sus iglesias parroquiales.
          Las gentes de Cardeña eran de muy buen corazón. Entre todos custodiaban sus granjerías y ganados. Todos formaban un concejo y sus términos y montes y dehesas fueron siempre de propiedad común hasta mucho más tarde.
          Y, como las poblaciones eran pequeñas y estaban algo apartadas unas de otras, hacían sus moradores grupos de defensa para poderse ayudar en tiempos de alborotos y levantamientos de gente rebelada y montaraz, que como Alabares y Monfies andaban algunos tiempos robando y destruyendo como ahora los forajidos de Aragón y Cataluña lo hacen.
          Salían juntos para la defensa de sus ropas y ganados. Eran gentes que, para la paz y para la guerra, mostraban siempre valor. Servían de lugares estratégicos para la vigilancia las cumbres de la Atalaya y Castillo Mirón.
          Habiendo con justa razón de llamar a este tal pueblo con el nombre que tenía el que solían habitar, que era Cárdeña, pues era su propio y antiguo nombre, aunque nombre de pueblo “enxerto y trasplanado” en mejor sitio, le llamaron el Aldeavieja, por ser como queda dicho, la más vieja población y así se ha conservado siempre este nombre, y ser cabeza de ruinas de Cárdeña”.
          Las relaciones de los habitantes de Aldeavieja y Blascoeles eran excelentes. Y son siempre y han sido los vecinos de Blascoeles gente muy honrada y se han sabido valer de manera que ha avido hombres ricos, estimados y pundonorosos con quien muy de ordinario emparientan por casamientos con los de Aldeavieja, porque al fin todos son unos y traen un mismo origen y proceden de la noble y antigua cepa de Cardeña.
          Al desaparecer los caseríos diseminados, formaron barrios más grandes y próximos al principal, que era Aldeavieja. Sus habitantes tenían como centro de culto y lugar de enterramiento de sus muertos la Ermita de San Cristóbal, que fue edificada en el siglo XI. De la ermita de San Miguel de Cardeña trajeron una campana colocándola en la parroquial de San Cristóbal. Aquella campana no se oía en todos los barrios. Por eso se construyó una torre, que entonces llamaban torrejón, en el lugar que se llamaba campanario.


                                                                                       Interior de la ermita de San Cristóbal.

Libro de la Montería
          Este libro, escrito por encargo del rey Alfonso XI entre 1312 y 1350, es un tratado de caza, en el que se detalla qué y cómo se cazaba; detallando los lugares mejores para cada tipo de animal; señalando los sitios más indicados para colocarse las vocerías, que eran los ojeadores que llevaban la caza hacia los cazadores, a los que se denomina como  armadas.
          La referencia a Aldeavieja y sus alrededores es la siguiente:
(477)
La Pared de Hazalbaro, et la Mata de Aldea Vieja es todo un monte; et es bueno de puerco en todo tiempo. Et son las vocerías por cima de Las Cabezas que llaman de las dos Hermanas; et por la vereda que vá faza el campo de Hazalbaro. Et son las armadas la una en la Atalaya, et la otra en el campo de Hazalbaro, desde el Iglejuela fasta la Hoz de contra el río.

          La mayoría de los lugares, aunque con los nombres antiguos, es fácilmente identificable con los nombres actuales; así La Pared de Hazalbaro, que serían las estribaciones de la sierra de Ojos Albos con el Campo Azálvaro; la Mata de Aldea Vieja, la misma sierra en la vertiente que se asoma a Aldeavieja; Las Cabezas y dos Hermanas, podría ser la parte de Silla Jineta; la Atalaya, es el pico de 1589 m. a 2 kilómetros al NE de Ojos Albos; el Iglejuela se corresponde con el caserío de Las Erijuelas, en la solana del Puerto de la Cruz de Hierro y, por último, la Hoz de contra el río, es la garganta del Voltoya, que comienza en la pared del pantano de Serones.
          Parece ser que era un lugar abundante en jabalíes.


                                     

                                                                      Las tierras de Cardeña desde el puerto de la Cruz de Hierro.

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