Aldeavieja en el Museo del Prado

 

Hoy, 2 de mayo de 2023, he visto en TV, en el Telediario de la 1, una de las joyas de Aldeavieja: uno de los cuadros de Herrera el Mozo que se exponen, estos días, en el Museo del Prado de Madrid; ya sólo eso es un orgullo para el pueblo y para todos aquellos que nos sentimos parte de él.

Somos noticia, el 25 de abril se inauguró en dicho Museo una exposición titulada “Herrera el Mozo y el Barroco total”, en ella se muestran, entre otras setenta obras, cuatro cuadros que se pueden ver, normalmente, en la ermita del Cubillo y en la iglesia parroquial de San Sebastián.

La más importante, sin duda, por ser, quizás, la más ignorada y la que en peor estado estaba es “El sueño de San José” que ocupa el lugar central del retablo de la capilla de San José en la iglesia parroquial; ver esta pintura, llena de luz y con los vivos colores con que se creó es, sin duda, uno de los más grandes placeres con que puede contar un amante de la pintura española del barroco.

Ver a los visitantes de la exposición pararse ante el cuadro, leer la tarjeta en que se explica su tema, autor y procedencia, intentando poner, por un momento a esa localidad casi desconocida, Aldeavieja, dentro de la provincia de Ávila; buscarla luego, en su casa, en un mapa, o en Internet, y pensar en ir a verla en el escenario para el que fue creada… es otro orgullo.

Además tenemos las tres pinturas que Herrera creó para el que, en su momento, fue el retablo principal de la ermita de la Virgen del Cubillo; esos tres cuadros de San Luis, rey de Francia, San Antonio de Padua y el Descanso en la Huída a Egipto, nuevamente restaurados, desde su último retoque en 1986, brillan hoy mostrando figuras y colores que estaban escondidos.

Lástima de los otros dos cuadros de Herrera, que también están en Aldeavieja, y que no se han restaurado (o no se han podido, o querido, restaurar), la Última Cena que está en el sagrario del retablo de la capilla de San José y la Anunciación que está en el ático del retablo, antes mencionado, del Cubillo y que merecerían estar, igualmente, en el Prado.

Por lo demás, ¡qué gusto poder disfrutar de esas pinturas!, Acudid, si podéis, a ver la exposición y sentiros orgullosos de tener, en nuestro pueblo, esas obras de arte.