Continuando con la
serie comenzada con el cerro del Calvario, hoy nos vamos a ocupar del Cerro del
Campo; pero…. ¿existe dicho cerro? ¿qué queda de él?.
Digamos, para comenzar,
que a día de hoy sólo queda la mitad del cerro; era el más alto de todos los “calocos”
que están en nuestro municipio, 1364 metros. A sus pies, en su ladera norte,
pasaba el camino que llevaba a Navalperal de Pinares, el antiguo “camino del
campo” llamado así por empezar, precisamente, a los pies del cerro y, por lo
mismo, así se conocía, y se sigue conociendo, como carretera del campo, a la
que lleva, a través de la sierra, a Cebreros; este camino, hoy abandonado, es
fácilmente reconocible, y transitable, hasta que se pasa el cerro que citamos,
luego se pierde entre los pastos y, después de doscientos metros,
aproximadamente, se visibiliza y continúa hasta la Cruz de Hierro.
Entre el cerro del
Campo y el Calvario corría el arroyo Tijera, que se formaba en el sitio
conocido como el Arcamadre, al juntarse algunos de los arroyos (o regajales)
que bajaban de la sierra atravesando la dehesa del mismo nombre (Regajales); un
poco más arriba estaba el caserío de la dehesa, integrado por una casa de
medianas proporciones y uno o dos encerraderos, rodeados de álamos y chopos.
En la cima del cerro, durante muchos años, se colocaban filas y filas de colmenas, pues la gran riqueza de tomillos, cantuesos, mejoranas, piornos y gencianas atraían a las abejas, que producían una miel de gran calidad.
De todo esto a lo que
nos hemos referido no queda nada; la casa desapareció, el depósito del
Arcamadre también y el arroyo Tijera, aunque sigue corriendo hasta morir en el
arroyo Cardeña, después de cruzar la Fresneda, lleva un agua sucia y
contaminada que poco tiene que ver con aquella donde las mujeres del pueblo
iban a lavar su ropa, donde los muchachos iban a refrescarse en los días
abrasadores del verano y donde bastantes huertecillos recibían el agua que
haría crecer sus buenas lechugas y patatas.
Hoy, en su lugar,
tenemos la cantera, una cantera que produce uno de los mejores productos para
la construcción de carreteras y vías de ferrocarril: la corneana; de la que la
Wikipedia dice lo siguiente:
Corneana
o Hornfels, nombres utilizados para referirse a un mismo tipo de roca
metamórfica de contacto, comúnmente de grano fino, suele ser muy dura y puede
llegar a presentar algún bandeamiento, su resistencia es tal que es capaz de
soportar la acción glacial.
Usos
de la Corneana:
-Como
fundente en la producción de acero, producción de oro y plata, fabricación
de refractarios de magnesio y dolomita.
-Como
piedra de construcción, piedra de revestimiento, decoración de jardines,
pavimentación de carreteras y tendidos de ferrocarril.
¿Qué decir de la
cantera? Pues hay que ser realistas: hoy en día el pueblo no existiría sin la
cantera (o no existiría tal y como lo conocemos); los puestos de trabajo
creados, tanto en la producción como en su transporte… pueden compensar los
daños medioambientales que ocasiona (o deben de compensarlos); en un pueblo en
el que los medios tradicionales de producción (ganadería y agricultura) están
en franca recesión, sólo la cantera puede proporcionar la estabilidad económica
para mantener una población fija que dé vida al municipio, por lo menos a corto
y medio plazo.