28 de octubre de 2024

Ya no doblan las campanas de mi pueblo.

 

¡Escuchad….! ... nada, no se oye nada… ¡ya no doblan las campanas en mi pueblo!

¡Escuchad…! Nada, siempre nada, ya no suenan las campanadas del reloj de mi pueblo.

Duermes y en la noche te despiertas… ¿será tarde? Escuchas… escuchas… nada

Ya no suena aquel reloj…


Aún recuerdo a mi tío, el general, don Andrés, (llamadlo como queráis) el día que empezaba sus vacaciones salir de su casa, cruzar la plaza con la gran llave de la puerta de la iglesia en la mano y subir a la sala del reloj, engrasarle, darle cuerda, arreglar esta o aquella rueda o aquella pesa o el volante y oir, oir las campanadas del reloj…

Ya no suena ese reloj…



Es domingo, va a haber misa y a las doce y  media… ¡Tam!    ¡Tam!   ¡Tam!   toques espaciados de campana que te avisan: ¡tocan a primeras! ¡en media hora estará aquí el sacerdote… y después: ¡Tam, Tam!  ¡Tam, Tam!, las segundas… y a la una ¡Tam, Tam, Tam! ¡Tam, Tam, Tam! suenan mientras entras en la iglesia deprisa, volado, llegas tarde y ves que el cura sale de la sacristía… las campanas…

Campanas que te decían (triste y lúgubremente) que algún vecino había fallecido ¿Quién ha sido? ¿qué ha pasado? Y el día se vuelve gris y triste mientras escuchas la campana doblando a muerto…

¡Es fiesta ¡ y las campanas doblan y redoblan, empujadas por los mozos, voltean alegres, felices, llenando el aire y el día de sonrisas, risas y carreras, hay procesión o no la hay, pero suenan las campanas, ¡es fiesta!

Mediodía, el Ángelus te señala que es la hora de acabar la jornada, hora de volver al pueblo a comer, y las campanas te llaman después de sonar los doce toques…






Campanas, campanas, campanas, llenando los momentos tristes y los alegres.

¡Campanas de la iglesia de mi pueblo! ¡de todos los pueblos!

¡Escuchad!

¿Por qué no suenan las campanas en mi pueblo?


1 comentario:

  1. Muy bueno Javi…..yo también recuerdo al tío Andrés que lo hacía en cuanto llegaba al pueblo. Gracias por tu blog

    ResponderEliminar