27 de septiembre de 2016

La aparición de la Virgen del Cubillo

          Ahora que han acabado las fiestas de la Virgen del Cubillo es un buen momento para aclarar un punto que puede resultar polémico o, tal vez, considerarse que no tiene importancia, pero tiende a resolver un pequeño error en una fecha clave para la historia de Aldeavieja: delimitar cual fue el año en que se realizó la aparición de la Virgen del Cubillo en el paraje que, hasta entonces, se había llamado “El Egido”.
          
          En la actualidad tiende a señalarse que dicha aparición se produjo “en la primavera del año 1454”, esta fecha viene avalada por aparecer en el librito que uno de los párrocos de Aldeavieja escribió en 1956, (La Milagrosa Imagen de la Virgen Santa María del Cubillo y su Santuario de Aldeavieja. Justino Gozalo Carretero. Ávila), en el que se puede leer:
           “He aquí la historia de la aparición. Es una mañana apacible de primavera del año 1454. Hace poco que el astro rey se ha levantado sobre la línea ondulada de la sierra haciendo brotar de los tomillos un aroma suavísimo al contacto de sus rayos acariciadores.
           En la falda del monte unos árboles elevan al cielo, cual vivas plegarias, sus ramas cubiertas de verdor. Un pastor sencillo y piadoso, del próximo pueblo de Aldeavieja, cuida las ovejas de su rebaño.
            Allí cerca, sobre uno de los árboles, ha dejado un cubo de madera destinado a los menesteres de su oficio. De pronto, sin saber a qué obedece, nota algo extraño y desacostumbrado, algo así como la presencia de una persona y cierto presentimiento de lo sobrenatural. Levanta la vista en derredor y contempla, sobre el cubo que había en el árbol, una Señora de hermosura excepcional, con un Niño en los brazos.
           En seguida sospecha quien es, dobla las rodillas, junta las manos y queda en dulce contemplación.
           Ella le habla con voz suave, como el arrullo de la tórtola, le agradece las oraciones y obsequios que le ha ofrecido, le anima a seguir por la senda de la virtud y le ordena que se levante allí un templo en su honor; repitiéndose la aparición algunas veces   y delante de los que allí acudieron.
           Consta que dicho milagro se verificó reinando en Castilla D. Juan II y siendo Pontífice de la Iglesia S.S. Nicolás V. Esto ratifica la fecha dada, ya que D. Juan II reinó de 1406 a 1454 y el Papa Nicolás V gobernó la Iglesia de 1447 a 1455.” 

          Estos datos los sacó de un cuadro que, por esa fecha, estaba en la entrada de la ermita, que reproducía un Protocolo notarial redactado por Pedro José Cano Gutiérrez, Regidor eclesiástico de Ávila y todo su Obispado en 1726 y que, en una de sus líneas, decía:
          “Apareciose Nuestra Señora del Cubillo año del Señor de 1454 siendo Rey de Castilla Don Juan el segundo

          Esta fecha ha ido repitiéndose a lo largo de los años, apareciendo como auténtica en las diversas publicaciones que se han editado sobre el tema. Así en el artículo de Juan Ignacio Cuesta Millán, Santuarios y Catedrales. Desde la Prehistoria al Siglo de Oro, se escribe:
          “Corría el mes de mayo de 1454 cuando un pastor que conducía su rebaño fue alcanzado por un potente chispazo que milagrosamente respetó su vida. Inmediatamente, en un árbol cercano de una de cuyas ramas colgaba un cubo, se le apareció la Virgen. Cuando desapareció, la huella de sus pies quedó marcada en la corteza del árbol. En el suelo del santuario puede verse bajo un cristal un resto de aquel tronco santificado por tan nobles pies.”

          Este mismo año de 2016, en el dorso de los recibos de la cuota de la Cofradía de la Virgen Nuestra Señora del Cubillo, bajo el epígrafe “Aparición de Nuestra Señora del Cubillo”, se traslada la versión que en su día escribió don Justino Gozalo en 1956, dando como buena la fecha de 1454.

          Ahora bien, tanto en el libro escrito por don Fabián Crisóstomo Jiménez, en 1987: Aldeavieja y el Cubillo, como en el escrito al año siguiente por doña Amalia Descalzo Lorenzo: Aldeavieja y su Santuario de la Virgen del Cubillo, se hace referencia, incluyendo gran parte del texto, de un libro escrito en 1613, por el licenciado Francisco García. “Historia  del origen, antigüedad y fundación del lugar de Aldeavieja, de los milagros de Ntra. Sra. del Cubillo y Señor San Cristóbal sus Patrones”, en el que se apunta como fecha de la aparición los alrededores del año 1300, ciento cincuenta años antes que lo aceptado posteriormente; hay que tener en cuenta que ésta, la del sacerdote Francisco García, es la obra más antigua que se conserva sobre Aldeavieja y su historia; en ella se puede leer:
          Dentro de un paraje de singular belleza castellana, la ermita de Nuestra Señora del Cubillo debe su emplazamiento a un milagro que tuvo alrededor del año 1300.
          En estos años, el Monasterio de Párraces andaba muy ocupado en resolver asuntos de jurisdicción con la Diócesis de Segovia, y como no estaban del todo asentadas las cosas de la Abadía, los canónigos de Párraces descuidaron tomar detalle de lo sucedido. Pero lo que se  tiene por cierto como indudable tradición, transmitida cuidadosamente de padres a hijos es que en el sitio donde está aquella santa ermita, había una gran alameda, y en ella tenían los pastores sus chozas y cabañas, cuando por causa de las nieves, y grandes fríos se bajaba del campo Azalvaro, donde muy de ordinario apacentaban sus ganados, y en una rama de un álamo que estaba donde ahora está el púlpito de aquella iglesia, acostumbraba un pastor a colgar un cubillo, que es lo que ahora llamamos herrada o cubilete, que son de madera, con asa y cerco de hierro, y servía de ordeñar en él las cabras y ovejas, y vacas, y es harto de llorar que este cubillo no se haya guardado y conservado como grande y prodigiosa reliquia, por la gran negligencia de la gente de aquel tiempo. Pues como este pastor fuese a descolgar el cubillo, hallaba no una sino muchas veces a Nuestra Señora, como metida en él, y que no se le parecía sino desde la cintura arriba, y hablaba con él y le decía, que dijese a los del pueblo, hiciesen allí un santo templo a honor de la Virgen Santa María, porque en ello se serviría a Dios. De esto se dio cuenta al Abad y Cabildo de Párraces, y certificados de este aparecimiento y visiones, y solicitados con gran vehemencia de los vecinos del lugar, autorizando este milagro, y con su favor y ayuda se edificó aquel santuario, con invocación de Nuestra Señora del Cubillo, por haberse aparecido en el la Madre de Dios. (Cap. IX, p.20-21)

          Esta fecha ya se recoge en el libro Guía para visitar los Santuarios Marianos de Castilla-León. Clara Fernández.Ladreda Aguado. Ed. Encuentro. Madrid. 1992, en el que se indica:
          “Según la tradición, por el año 1300, en este mismo lugar se apareció la Virgen a un pastor, al ir a recoger el cubo que había colgado en la rama de un álamo. En los libros escritos se narra que el pastor “vio a nuestra Señora como metida en un cubo, y que no se le parecía sino desde la cintura y hablaba con él y le decía que dijese a los del pueblo que hiciesen allí un santo templo a honor de la Virgen Santa María”.  

          Además del texto de 1613, tenemos otro, éste del año 1434, conservado en los archivos municipales de Aldeavieja, en el que se reconocen los nuevos límites entre las localidades de Villacastín y Aldeavieja, y en el que se nombran puntualmente tanto el lugar como la ermita de Santa María del Cubillo, veinte años antes de la fecha de la aparición ya existía la ermita… Este texto, recogido por Gregorio del Ser Quijano, en su libro Documentación medieval en Archivos Municipales Abulenses. Ávila. 1998, es como sigue: 
          “Jueves, veinte y cinco días del mes de noviembre, año del nacimiento de nuestro señor Jesucristo de mil y cuatrocientos y treinta y cuatro años, este dicho día, estando cerca de la Peña Forcada, que es en término de Aldeavieja, aldea de la ciudad de Segovia, estando y Fernán García de Ocaña, alcalde en la dicha ciudad y en su lugar de García de Busco, corregidor y justicia mayor por nuestro señor el rey en la dicha ciudad y en su tierra, y otrosí estando y con el dicho alcalde Fernán Ramírez de Montoria y Juan González de las Navas, regidores de la dicha ciudad y su tierra, por poder que han del concejo y caballeros regidores de la dicha ciudad y de su tierra, y en presencia de mi, Francisco Fernández, escribano público en la dicha ciudad y en su tierra a la merced de mi señor el rey, y de los testigos abajo escritos, luego el dicho alcalde y los dichos regidores dieron y rezaron en escrito esta sentencia que se sigue…
          … y desde la Cabeza de la Vena en la cuesta abajo otro mojón, y adelante descendiendo la dicha cuesta de cabe la Cabeza de la Vena, de cara Santa María del Cubillo, otro mojón, y otro mojón a la falda de la dicha cuesta, y desde este mojón de la falda hasta una peña en que está una pililla encima de Santa María del Cubillo tres mojones, y que se haga una cruz en la dicha peña, y desde la dicha peña otro mojón entre la dicha Santa María y el hera el camino del Berceo, y que se haga una cruz por mojón en la peña cabe el sendero que viene de Villacastín a Santa María del Cubillo, a la mano izquierda, y que se haga en la cima del cerro del Cubillo otro mojón en la tierra que dicen de la Ermita, y que se haga otro mojón en el dicho cerro del Cubillo, y que se haga una cruz por mojón en una peña, el cerro abajo del Cubillo, y que se haga otro mojón encima del Berrueco del Cabrón, y que se haga otro mojón en el cerro del Cubillo de abajo de la Peña del Cabrón, y que se haga una cruz en una piedra redonda que está ende, y delante en el dicho cerro del mojón se haga en otra peña que tiene una pila una cruz por mojón…”

           Más aún, en el Cuaderno de la visita realizada a la diócesis de Segovia durante los años 1446-1447. Archivo de la catedral de Segovia, ocho años antes de la aparición de la Virgen, ya existía allí una ermita de Santa María del Cobillo:
          “Aldea Vieja. Es collaçión de Párrazes pero es de reprehender que por ser tanto pueblo de çient vesinos que non tiene cruz de plata salvo una pequenna de limogenes e una casulla vieja de zarzaania e otra blanca con aparejos susios ineptos e non cumplimiento de sávanas ca en otras parrochias de dies e de XV e veynte vesinos se ha fallado que tienen cruses de plata e buenos ornamentos de seda. Otrosy tiene buena parte del portal descubierto, los del concejo lo querellaron desiendo que sy el abad soltasse la rrenta dela iglesia saltim lo del cuartillo que ellos la proveerían de todo. Otrosy que son mal servidos delas penitençias en cuaresma lo uno por ser tanto Pablo Deo Gracias lo otro por que el capellán se abssenta algunas veces de la eglesia.
          Santa María del Cobillo. Visite la que es hermita e dise el arcediano que todo es suyo. Tiene fasta noventa cabeças de cabras e ovejas.”

          Puede que 1300 no sea la fecha exacta de la aparición de la Virgen del Cubillo, pero esta fecha es más cierta que la de 1454, según he querido demostrar en los textos antes descritos.