16 de enero de 2022

Aldeavieja: La primera romería del siglo XXI

 

En otras ocasiones he traído a este sitio el relato de las fiestas en honor de la Virgen del Cubillo tal y como ocurrieron en el siglo XIX o a principios del XX; siguiendo esa línea hoy os invito a leer la crónica que “El Diario de Ávila” hizo sobre esta celebración en su número de 9 de septiembre de 2001, esto es, de la primera romería que se hizo en el siglo XXI.

Ya, en su primera página, el rotativo lo anunciaba con la foto a todo color y a grandes titulares:

Miles de fieles honraron a la Virgen del Cubillo.

La ermita “estrenó” los retablos recientemente restaurados.



Después, en su página número 13, seguía el texto de la noticia, firmado por la Redacción del periódico, y al que acompañaban dos fotografías que aquí incluimos; hay que hacer referencia que de las fotos, dos están firmadas por Nacho Jiménez y la tercera se atribuye a la Redacción.

Únicamente hacer referencia a que “la veintena” de cofrades a que aluden como integrantes a la “hermandad”, hay que tomarlos como “los mayordomos” encargados de la función en ese año, no como el número total de cofrades; bueno, pues os dejo con el relato:

ALDEAVIEJA FERVOR, DEVOCIÓN E ILUSIÓN EN TORNO A LA IMAGEN DE LA VIRGEN

Miles de fieles acudieron a honrar a la Virgen del Cubillo.

Eucaristía, procesión, música y hermandad fueron las notas características de la jornada.

REDACCION. Ávila-

Cada ocho de septiembre una multitud de fieles acuden a la ermita de Nuestra Señora del Cubillo para honrar a la Virgen en esta advocación. Este año la Romería se celebró con la presencia de miles de fieles que mezclaron la devoción, la ilusión y el ambiente festivo. Peñas y visitantes se unieron para dar color y movimiento a la localidad abulense de Aldeavieja, en la que se venera a la imagen del Cubillo.

Muchos de los fieles que en la jornada de ayer tomaron parte de la romería cumplían las promesas que habían realizado a la Virgen peregrinando descalzos hasta la ermita o recorriendo de rodillas el pasillo central del templo. El fervor que despierta esta imagen hace que independientemente del frío, el calor u otras adversidades atmosféricas, el público acompañe a la Señora en su día.

Los actos en honor a la Virgen del Cubillo comenzaron a las 12,30 horas con la celebración de una eucaristía multitudinaria que obligó a muchos de los feligreses a escucharla desde la puerta, dada la cantidad de gente que se congregó en el templo. Puestos y bares instalados en las inmediaciones del templo amenizaban la espera de las muchas personas a las que les resultó imposible el acceso a la iglesia.

PROCESIÓN

Una vez concluida la misa, la imagen de Nuestra Señora del Cubillo fue sacada en procesión por los alrededores de la ermita al son de la música; una música que protagonizó el momento de mayor emoción cuando se escuchó el himno de España mientras la Virgen salía del templo. Durante todo el recorrido que realizó la Virgen del Cubillo la imagen se movía acorde con los compases musicales entre decenas de filas de fieles que bailaban las tradicionales jotas segovianas, a modo de homenaje a la advocación de la virgen. Tras la procesión, con la imagen como protagonista, se procedió a subastar los estandartes y los mejores postores introdujeron en la iglesia los paños que le habían sido adjudicados. Otra de las tradiciones que conlleva esta fiesta es la presencia y protagonismo de los niños, que son alzados sobre el trono de Santa María del Cubillo. Cada año el número de asistentes a esta cita lúdico-religiosa va en aumento, al igual que los cofrades de la hermandad de la virgen, que en la actualidad ronda la veintena. Los cofrades agasajaron a los asistentes con un pequeño convite, ofrecido en las instalaciones anejas a la ermita. La cofradía de Nuestra Señora del Cubillo se fundó en el año 1953 y sus integrantes son los encargados de dotar a la fiesta de esplendor. La iglesia lucía sus mejores galas, adornada con decenas de ramos y centros de flores, en los pies del altar, y con todas las velas encendidas en señal de homenaje a la Virgen.