21 de diciembre de 2023

Aldeavieja: una de "marcianos"

 

Hace ahora cuarenta y ocho años que apareció en “El Diario de Ávila” (27 de diciembre de 1975) un reportaje, a toda página, sobre el encuentro de unos periodistas del citado diario con unos extraterrestres que, habiendo aterrizado en la Cruz de Hierro, deseaban hacer una visita a la ciudad de Ávila y conocer sus costumbres y monumentos; todo esto me lleva a recordar que hubo una temporada en que se habló bastante de que habían sido vistas ciertas luces misteriosas por los alrededores del santuario del Cubillo y por los altos de la sierra, luces que alguno atribuía a platillos volantes o naves espaciales provenientes de otros mundos… en fin, os dejo, para acabar el año, con el citado reportaje que, además, estaba acompañado por dos instantáneas tomadas a los extraños visitantes. ¡Feliz Año para todos!



 Hacía varios días que veníamos montando guardia, Lumbreras y quien esto escribe, en el alto de la Cruz de Hierro –de 1.654 metros de altura- para poder contactar personalmente con extraterrestres, que, según nos habían comunicado nuestros enlaces terrestres, venían con cierta frecuencia a la Tierra y uno de sus puntos de aterrizaje, no sabíamos por qué, era este lugar de la provincia de Ávila, en la carretera que va desde Aldeavieja a Cebreros, y desde él se puede contemplar una bonita vista, a la vez que otear y dominar mucho terreno.

Y durante esos días nuestra esperanza, ya que es lo último que se pierde, no decaía y allí perdíamos –si esto se le puede llamar perder- horas todas las tardes con el fin de poder tener la exclusiva de sus visitas a la Tierra y concretamente a la Cruz de Hierro. Según nuestros enlaces terrestres las horas más apropiadas para su aterrizaje eran después de comer, ya que el horario nuestro es distinto del que ellos no tienen, pero creemos existe. Por ello durante algo más de quince días hemos ido uno a uno y montado guardia desde las tres y media a las seis de la tarde. Bastantes litros de gasolina quemados, para tener el coche a la temperatura adecuada, muchos pitillos consumidos y también varios cafés –para Lumbreras- y Coca-Colas para mí, ingeridos, a fin de no pasar las horas en balde.

Creíamos que ya por estas fechas, dado que son las fiestas de Navidad y a todos nos apetece estar con la familia, no vendrían por la Cruz de Hierro. No obstante continuamos montando guardia y escuchando muchos comentarios en contra de nuestra actitud por varios amigos, que se risoteaban de estas aspiraciones periodísticas de tener un reportaje “en exclusiva” y además de esta categoría, con toda la credibilidad que ello merece.



Y llegó la ocasión. Por fin aterrizaron en la Cruz de Hierro. Fue ayer viernes, día 26 de diciembre, a las cuatro treinta y siete minutos exactamente de la tarde. Hacía una temperatura agradable, el cielo estaba despejado y el sol calentaba tímidamente con lo que se disimulaba el frío.

La nave espacial apareció como una estrella que rápidamente, a medida que se acercaba al punto elegido para el aterrizaje se iba haciendo más grande. De color gris metalizado con una serie de tentáculos para apoyarse en la tierra, también con varias puertas a lo largo de su diámetro y como una torreta que la corona que es el puesto de mando. Igualmente tiene dos antenas una en su punto más alto –encima de la torreta- y otra a la parte izquierda de la misma, en la foto a la derecha del lector. Nos quedamos un poco asustados y Lumbreras no acertaba a disparar la cámara, debido en parte a su asombro, ya que a decir verdad, tampoco estaba convencido de sus viajes a la Tierra, y debido también a los destellos que lanzaba la nave a la hora de aterrizar. Consiguió disparar su “Pentax”, pero no salió ninguna foto del aterrizaje, ya que se velaron con los destellos, y sí la nave ya posada en la Cruz de Hierro. Esperamos unos momentos, con nuestros ojos bien abiertos, y de pronto una de las portezuelas de la nave espacial se abrió, saliendo de ella dos seres un poco extraños, que se dirigieron hacia donde nos encontrábamos.

Fueron unos momentos en los que las piernas casi nos temblaban y no acertábamos a pronunciar palabra alguna. Pero la amabilidad de esos dos extraños seres, que empezaron a lanzar unos, también extraños, sonidos guturales pronto comenzamos a charlar y por señas y gestos pudimos entendernos. La primera pregunta fue sobre la nave espacial. Sus dos ocupantes nos decían, o así lo entendimos nosotros, las características antes señaladas y también que había sido diseñada por un español, que traducido al idioma castellano equivaldría a un tal Juan Manuel Hernández San Segundo, quien, entre otras actividades, diseñaba naves espaciales.

-¿De dónde proceden?

-Seguían los extraños sonidos guturales que recogimos en el “cassette” de Lumbreras y pudimos saber que venían del planeta Saturno y que esta era la sexta vez que aterrizaban en la Cruz de Hierro, por lo que ellos son “saturninos”.

Les ofrecimos algún pitillo y un trago de café y Coca-Cola, que aceptaron también, aunque no encendiesen los pitillos, sino que los guardaban entre sus dedos para llevarlos a sus compañeros de planeta. Mientras, preguntamos por qué eligieron Ávila para aterrizar y cual era el motivo de sus asiduos viajes a la Cruz de Hierro.



Nos dijeron que eran una avanzadilla con el fin de preparar todo lo necesario para la venida de una nave-autobús espacial con bastantes saturninos, que deseaban conocer Ávila y sus costumbres y que convivirán con los abulenses durante algunas horas.

-Elegimos  Ávila porque en esta ciudad tan bonita de la Tierra tenemos varios enlaces con los que nos comunicamos a través de impulsos electrónicos, que son recogidos en el “electroimpulsómetro”, porque conocen que en Ávila se celebran justas medievales en la plaza de Santa Teresa.

-Comenzamos a reírnos por lo que decían, pero luego nos explicaron su extrañeza por los adelantos de la ciudad. Traían un mensaje para el Rey Witiza y estaban empeñados en que las autoridades abulenses organizasen unas justas medievales para los “saturninos” que vendrán mañana por la tarde a Ávila.

-Si eso ya no se “lleva” aquí, les dijimos.

-No importa. Nuestras autoridades nos enviaron a Ávila para ponernos en contacto con sus autoridades y preparar todo el protocolo para el acto de mañana domingo. Allí en Saturno no existen estas clases de festejos populares y deseamos conocerlos para ponerlos también en práctica. Si el Rey Witiza ya no vive, nuestro mensaje se lo daremos a la autoridad que corresponda, es decir al alcalde de Ávila, y que pueda organizar dichas justas medievales. Si no lo quieren hacer nos veremos obligados a irnos a otra ciudad castellana, a la vez que no volveremos nunca más a Ávila.

-Pronto acabamos nuestra conversación, ya que deben hacer varios asuntos oficiales, no sin antes preguntarles el programa preparado para dicha excursión de “saturninos”, mañana domingo.

-Visitaremos los monumentos de Ávila, mantendremos un cambio de impresiones con sus autoridades y personajes más representativos abulenses para la firma de un acuerdo bilateral de cooperación en materia científico cultural.

Además, como ahora se celebran las Jornadas de Estudios Abulenses para Universitarios, mantendremos contacto con ellos y hablaremos con sus organizadores, a fin de que en su próxima edición, en vez de hacer la excursión cultural a un pueblo de la provincia, las autoridades “saturninas” ponen a disposición de ellos unas naves espaciales-autobuses, para que conozcan Saturno y sus circunstancias, con los variados monumentos culturales que tiene y también convivan con los “saturninos” que son seres ávidos de contactos culturales con los habitantes de otros planetas.

Por nuestra parte no nos resta más. Sólo agradecer a los contactos terrestres de los “saturninos” su información de que aterrizaban en la Cruz de Hierro. A nuestro periódico las facilidades dadas para efectuar esta entrevista y a los “saturninos” por la amabilidad que nos han prestado y que han hecho posible esta “exclusiva” para EL DIARIO DE ÁVILA, con la esperanza de que sean  muchos los abulenses que mañana domingo se desplacen a la Cruz de Hierro para recibir a nuestros ilustres visitantes y luego les acompañen en su visita a Ávila.

La hora prevista para la llegada de la nave espacial autobús es la de las cuatro y media de la tarde.

Muchas gracias a todos.

Gonzalo

(Fotos: Lumbreras)