21 de mayo de 2022

Aldeavieja: el "Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración" 1871-1911, 2ª Parte

 

En esta segunda parte vamos a mostrar los diversos oficios y a sus titulares.

Al igual que hoy, tenemos a los maestros albañiles, sólo tres personas aparecen como ejerciendo esta ocupación: Baltasar Moreno y Estanislao Vázquez (que aparecen en los anuarios en todas las fechas) y a Pedro Vázquez Rey, que lo ejerció hasta 1905.

También había carpinteros, alguno de ellos especializado en la fabricación de carros, como es natural en estas tierras castellanas; al igual que con los albañiles, hay tres nombres, pero sólo uno permanece inalterable en todos los años: Julián Burguillo; los otros dos son Julián Gordo y Santiago García.

Dos  personas tuvieron una fragua, primero Andrés Chamorro, hasta 1885 y, después, Zacarías Vázquez.

Otras dos tuvieron sastrería: José Gordo, hasta 1906 y, a continuación, Pedro Muñoz.

Zapatero sólo tenemos un nombre a lo largo de todos estos años: Bartolomé Santamaría.

Para el oficio de barberos recuerdan a cuatro: José Canales y su hijo Mauricio y otros dos que lo fueron sólo un año o dos: Gaspar Gordo y Donato Martín.

Otro oficio que desapareció en esos años, al cerrarse las tenerías que había en el pueblo, fue el de curtidor, para ese oficio se nombra a Ángel Gordo y Telesforo Torres que terminan con su ocupación en 1887.

Los panaderos fueron más. En un principio se incluye a Juan Martín, Isidoro Mateos y Tiburcio Ortega, pero éstos dejan el oficio a finales de siglo y toman el relevo Pablo Ortega, en 1909 y Quintín Magdaleno en 1900, cabezas de las últimas panaderías que han existido en el pueblo.

Y, por último, los molineros, cuatro nombres tenemos y uno de ellos el único de mujer que aparece en los Anuarios: Rufina López; verdad que sólo aparece en uno de los años; los demás son Juan Martín, Francisco Zahonero e Isidoro Mateos, siendo los dos últimos los que más tiempo permanecen; comprobamos que tanto Juan como Isidoro aparecen, también, en el listado de panaderos.

Ahora vamos a ocuparnos de los que tenían un establecimiento, un industrial se llamaba entonces, y veremos cómo los nombres se repiten pues, como el lógico y normal en un pueblo, las “tiendas” no son, salvo excepciones, de un solo género.

Pero antes nombraremos a Julián Muñoz que, además de transportista, regentaba una tienda de ultramarinos en la que además vendía tejidos y quincallería.

También tenemos a Mariano Rodríguez, el otro titular de ultramarinos, vendedor de vinos y carnicero.

Otro “pluriempleado” era José Canales, que además de tener un bar o taberna, vendía tejidos y quincallería.

Expendedores de vinos, además de los citados, nos encontramos con Juan del Rey, Isidoro Gordo y Timoteo Martín.

Titulares de un mesón, o posada, se enumeran a Benito Burguillo, Gabriel Vázquez, Santiago Santamaría y Timoteo Martín.

Y, lógicamente había un estanquero: Donato Torres, aunque durante dos años, entre 1885 y 1886 ocupó ese puesto Lorenzo Moreno.


Para terminar, listaremos a los que se consideraban como los ganaderos o labradores más importantes y, a todos, nos sonarán esos apellidos que también ahora se repiten o se han repetido a lo largo de los años:

Ramón Burguillo

Jerónimo Cabrero Andray

Enrique González Burguillo

Andrés Gordo Sanz

Fermín Gordo Sanz

Pablo Gordo Sanz

Julián López

Melchor Maroto

Juan Moreno

Lorenzo Moreno

Julián Muñoz

Tiburcio Ortega

Mariano Rodríguez

Carlos Silgado

Hermenegildo Vázquez

Miguel Vázquez

Pedro Vázquez

Como colofón, dos nombres que aparecen en todos los anuarios como los dos mayores contribuyentes:

Jerónimo Cabrero Andray y Andrés Gordo Sanz.

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