12 de noviembre de 2023

Aldeavieja 1942: rogativas para la lluvia

 

          Traigo hoy una historia, curiosa por lo menos, que apareció en “El Diario de Ávila” en junio de 1942, el día 18; en ella nos relatan las rogativas que se hicieron en Aldeavieja a fin de solucionar “la persistente sequía” que se cebaba en la zona; consultando los históricos de lluvia en la provincia de Ávila, se nos dice que aquel año, 1942, sí hubo una disminución pluvial, pero pequeña con respecto a la media; fue de 300mm y la media es de 365mm; poca cosa; sí es verdad que se venía de 2mm en febrero (cuando la media es de 22mm), pero en marzo fue de 60mm (cuando la media es de 28mm). En junio, que es cuando se realizan las rogativas la precipitación fue de 15 mm (media de 38) y en julio, cuando se supone que han hecho efecto, la precipitación fue de 0 (cero); también es verdad que se venía de años más lluviosos, con una medida en 1941 de 486mm y de 525 en 1940; pero, en fin, dejemos a un lado los verdaderos motivos que llevaron a impetrar el auxilio divino y veamos nuestra historia:

El Diario de Ávila. 18 de junio de 1942. Desde Aldeavieja

Rogativa, misa y traída de la milagrosa Nuestra Señora del Cubillo

          Ante la persistente sequía que aquejaba a los labradores con daño evidente de los campos, para impetrar del cielo la benéfica y necesitada lluvia para los  panes, pastos y tierras de labor, por encargo del Ayuntamiento y asentimiento de párroco se celebró el día 5 en el  venerando santuario de la Virgen del Cubillo una rogativa y misa a las que suplicante asistió y concurrió todo el vecindario confiado en alcanzar la gracia y favor por mediación de su veneranda y querida Virgen.

          Terminada la santa misa, los fieles devotos pidieron que se sacase la Virgen y se llevara al pueblo, como suele hacerse en tiempos de calamidad y desgracias; para cumplir los deseos de los peticionarios, se sacó la Virgen y se trajo a la iglesia en procesión de penitencia con gran fervor y entusiasmo. Anunciada con repique de campanas la llegada de la Virgen, la entrada y recibimiento en el pueblo fue apoteósica y desbordante de alegría y entusiasmo fervoroso, se rezaba, se cantaba, se lloraba, se pedía a la Virgen su ayuda y protección, y con gozo se aclamaba a la Virgen, repitiéndose entusiastas vivas a la Virgen del Cubillo, recordando que siempre la milagrosa Señora ha dado el favor y gracia pedidos; como ocurrió hace veintiuno y cincuenta y dos años, por sequía, y hace cincuenta y ocho, setenta y tres y noventa y siete años y otros por causa de langosta y pestes entre otras calamidades públicas.



          Para poner en sitio de honor a tan venerada y querida Virgen se ha colocado un dosel en el altar mayor donde se halla expuesta como reina y soberana con aire majestuoso y gracioso; sus amantes devotos han puesto de gala la iglesia. El día 6 empezó un novenario, presidido por el Ayuntamiento con su secretario; comandante Maroto; funcionarios y representaciones, que ha estado muy concurrido, y ha gustado mucho por su buena organización, y por los tradicionales cánticos que a porfía cantaron jóvenes y casadas, terminando todos los días con la salve cantada por el pueblo.

          El domingo, día 14, a las nueve y media se tuvo una lucida  y bien organizada comunión general, comulgando cerca de 300 fieles; durante la comunión se cantaron preciosos cánticos eucarísticos; a las once ofició misa solemne nuestro virtuoso párroco, se cantó la misa de Pío X; una bonita plegaria a la Virgen y al final la salve por las jóvenes; y como colofón a las seis de la tarde se tuvo una magna procesión de acción de gracias por todas las calles, que se hallaban cubiertas de ramaje, yedra y flores y adornadas con colgaduras, se levantaron diez arcos colocados en diversos lugares con buen gusto.

          Colocada en andas sobre el cubo, aparecida la Virgen airosa, lucía riquísimo vestido azul con jalones de oro y preciosa corona de plata con salientes estrellas y fue sacada por los devotos Alejandro Torres, Victorio Aragón y los hermanos Doroteo y Ángel Magdaleno; iba escoltada por los entusiastas excombatientes, cabo Basilio y soldados Gaspar, Ángel, Esteban, Celedonio y Feliciano, mandados por el prestigioso comandante Maroto; portaban los cetros de la Virgen, Gregorio Magdaleno, Ángel Gómez y Sandalio Vázquez, durante el largo recorrido se relevaron muchos devotos para llevar las andas, que con frecuencia descansaban en las muchas mesas vestidas con adornos que se pusieron a su paso, ayudando a bajar y levantar las pesadas andas Pablo Magdaleno y Miguel Labrador.

          La entrada en la iglesia fue emocionante con el alegre repicar de las campanas y los incesantes vivas a la Virgen del Cubillo lanzados y vitoreados por la numerosa concurrencia de Aldeavieja, Villacastín, Blascoeles y Ojosalbos.

          Terminada la procesión se tuvo la novena y después unas emocionantes palabras de parabién y gratitud del párroco, felicitando al pueblo y concurrencia por su comportamiento; seguidamente las jóvenes y casadas cantaron los acostumbrados cánticos y por último se cantó la salve por todo el pueblo.

          El párroco, Ayuntamiento y pueblo pueden estar muy satisfechos por el comportamiento, orden y asistencia tenida en dicho acto.

El corresponsal.

          La historia no acaba aquí, el 3 de julio, “El Diario de Ávila” nos contaba su continuación y final:

Aldeavieja

          Aún no se había apagado el acrecido fervor y delirante entusiasmo del lucido y concurrido novenario de súplicas impetratorias, y la devota y magna procesión que con cariño ferviente, y sentida veneración, ofrendó y tributó sin escatimar sacrificios el devoto pueblo de Aldeavieja  a su venerada y querida Virgen del Cubillo; cuando nuestro párroco don Esteban García anunció un Tríduo en acción de gracias por haber conseguido el beneficio de la tan necesitada lluvia por mediación de la milagrosa Nuestra Señora del Cubillo, y a su vez según los deseos del Papa, para pedir por la Paz del mundo, tan deseada de todos; el cual se ha celebrado al anochecer durante los días 26, 27 y 28, habiéndose visto muy concurrido y realzado por los armoniosos y preciosos cánticos que cantaron muy bien Fernanda, Pilar, Concha, Isidra y Puri y otras virtuosas señoritas.



          El 29, después del ejercicio de la despedida a la Virgen, se llevó y trasladó en correcta y ordenada procesión a la Virgen a su venerado Santuario del Cubillo, habiéndose hecho a la salida del pueblo las tres reverenciadas y acostumbradas vueltas, cantando las jóvenes dichas las tradicionales despedidas durante el largo camino de cuatro kilómetros y medio se rezó y se cantó. A su llegada a la ermita se aclamó con entusiasmo a la Virgen y ante su altar se cantó la Salve por todo el pueblo.

          En la magna procesión del día 14 los industriales conocidos por Magdalenos quemaron y tiraron muchos cohetes en honor de la Virgen, cuyos estampidos eran entusiastamente coreados con aclamaciones y vivas a la Virgen del Cubillo.

El Corresponsal

 

          Espero que os haya entretenido.

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