17 de junio de 2025

Teatro en Aldeavieja, 1950.

 

Educación y Descanso, denominada oficialmente como Obra Sindical de Educación y Descanso, fue una organización española de tipo cultural y recreativo, dependiente de la Organización Sindical Española, que existió durante la época de la dictadura franquista, entre 1939​ y 1977. Estaba dedicada a promover y realizar todo tipo de actividades artísticas, culturales y deportivas por parte de los trabajadores. ​

Las actividades amparadas por esta Organización se extendían, pues, a grupos de teatro, cineclubs, coros y danzas, viajes, vacaciones y sobre todo competiciones deportivas.

Por supuesto, su largo brazo llegó también a nuestro pueblo y, aunque parezca mentira, en forma de obra teatral, pero una obra representada por los vecinos, no por actores que vinieran de fuera; es algo impensable hoy en día pero, si preguntáis a vuestros mayores seguro que ellos sí recuerdan cómo, en los pueblos, se representaban obras de teatro y no sólo en esta época, sino mucho antes.



Como recuerdo de aquello, os traigo hoy un artículo aparecido en el “Diario de Ávila” en su número de 27 de abril de 1950, hace ya más de setenta y cinco años y que se titulaba 

EDUCACION Y DESCANSO EN ALDEAVIEJA”.

“Con el conjunto artístico de aficionados de aquella localidad agrupados en la denominación de “Cuadro Artístico de Educación y Descanso”, se ha llevado a la escena el formidable drama de cinco actos titulado “El soldado de San Marcial”, en un programa largo –cosa lógica-, pero más porque el espectáculo constaba de una segunda parte en la que esta simpática agrupación realizó el sainete cómico llamado “El Chaleco Blanco”.-

Comentando sobre el acontecimiento, que lo fue, puede decirse con verdad que en la primera obra que se presentó, el público derramó lágrimas abundantes. ¡Qué tragedia, señores!. En la segunda parte, el público rió alborozado y no decimos que en ocasiones hizo pucheros, porque se habrían roto todos. Así pues el espectáculo fue transcurriendo con normalidad gracias a la buena preparación que los directivos señores Félix Martín Martín y don Carlos Bermejo proporcionaron al elenco que se presentó ante el público perfectamente ataviados tal como requiere el drama, y gracias, respecto a ello, por la colaboración de don Leandro G. Maroto que facilitó el vestuario.

La interpretación fue aceptada plenamente por el respetable que premió con lágrimas abundantes aquellos momentos porque atravesaron Auria Grande, Gloria Vázquez, Carlos Bermejo, Carlos Gómez, Mariano Mateos y Tomás Magdaleno. Así como también obsequió la recompensa de sonoras carcajadas del público unánime a la actuación cómica de Abraham Pindado y Feliciano Torres con Magencia Martín. Cumplieron acertadamente en sus respectivos papeles las señoritas Anita Molinero, Milagros Zahonero y la niña Felipita García.

Indudablemente merecen nuestro aplauso estos aficionados que con entusiasmo verdadero han de continuar dedicando sus ocios al cultivo del arte, en el que destacan Gloria Vázquez, que estuvo magnífica en su papel de Lucía y que es de esperar llegue a superarse en cada actuación alcanzando cada vez mayor afición, tal como ha de ocurrir con todos los afiliados en esta agrupación que insisten en el aprendizaje y constante preparación de obras teatrales.

Por el éxito obtenido y la buena idea de entretener el tiempo libre de esta forma cultural, felicitamos sinceramente a todos los componentes de tan simpático Cuadro Artístico y en particular a don Félix Martín y don Carlos Bermejo, directores y organizadores.

A.D.S.”

Félix Martín Martín era el párroco del pueblo por aquellas fechas, antes de la llegada de don Justino, los curas eran muy aficionados a todas estas puestas en escena; Carlos Bermejo escribía muy a menudo en el periódico y sus artículos sobre Aldeavieja fueron varios, desconozco si tenía familia o conocidos en el pueblo, aunque supongo que sí. Conoceréis muchos de los nombres que se citan en el artículo y seguro que entre ellos casi todos tenemos algún familiar.

La obra "El soldado de San Marcial" es una obra, escrita en 1885, del dramaturgo, político y académico Valentín Gómez y Gómez, simpatizante del Carlismo y católico acérrimo. "El chaleco blanco", por contra es una obra cómico-lírica (una zarzuela, vamos) escrita por Miguel Ramos Carrión en 1890 y musicada por Federico Chueca, se nota que los organizadores no querían poner nada moderno o problemático.

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