29 de diciembre de 2022

Aldeavieja: los cerros del Asperón y de la Avena.

 

          Acabamos con nuestra serie de los cerros del municipio; vamos a tratar de los dos últimos: el cerro del Asperón y el de la Avena, éste último Compartido con Villacastín. Son, junto con el Calvario, los de menor altura: 1324 y 1316 metros respectivamente.

          Como vemos en el mapa, forman una especie de barrera que defiende, por el sur, las tierras de labrantío y marcan, de alguna forma, la separación entre estas y los pastos que luego continúan al otro lado de la sierra, por el Campo Azálvaro.


          El cerro del Asperón debe su nombre a que de él, se sacaba, antiguamente, el asperón, una arenisca que servía tanto para la construcción, como para fabricar piedras de afilar o para usos de limpieza doméstica; las sartenes se frotaban con asperón para librarlas de la grasa y del negrillo que se acumulaba en su superficie.

          Para acceder a él, hemos de tomar el camino que, desde el del Cubillo, lleva hacia la fuente de la Jarrera, conocido, en tiempos, como camino a Peguerinos; una vez pasada la fuente, el camino se va elevando, entre prados y bosquecillos de pinos, hasta el Andrinal, donde se junta con el camino que viene del cerro Cantogordo; desde allí vemos ya una panorámica del cerro, pelado en su cumbre y su lado norte y con un pinar que se extiende por su cara sur hasta las praderas de los Torilones.


          En los Torilones cruzaremos el arroyo del Cubillo (también llamado de la Virgen o del Asperón), suele haber ganado apacentando y tendremos, de cara, el cerro de la Avena.


          El cerro toma su nombre de la avena loca, esa planta de cañas altas coronada por una cabellera dorada que se agita con la brisa formando un mar de oro en verano; por su cima corre una valla de piedra que sirve de separación entre las dos provincias: Ávila y Segovia y que se conoce como la “cotera de Villacastín”.



      
    Tenemos ante nosotros un pequeño valle que discurre entre los dos cerros, por él, en su fondo, serpentea el arroyo del Cubillo y, paralelo, un estrecho camino, casi una senda, nos llevará, cuesta abajo, hasta el santuario de la Virgen; a la derecha el cerro de la Avena, cuya falda este contiene la finca de “la Olla”, que pertenece a la familia de la famosa tonadillera Concha Piquer y donde, a día de hoy, también florece una cantera. A la izquierda el cerro del Asperón, alguna mancha de arbolado y los pastos de las Manoteras y del Prado de Santa María; a medio camino, un caño, con una pequeña pileta, nos ofrece su agua fresca y cristalina.



12 de diciembre de 2022

Aldeavieja: El "Interrogatorio" de Tomás López, 1796.

 

          Tomás López de Vargas fue un geógrafo y cartógrafo español, nacido en 1730 en Madrid, que bajo el reinado de Carlos IV, se propuso crear un Gabinete Geográfico con el fin de reunir todos los mapas existentes de España y, con ellos, realizar un Atlas actualizado de la geografía nacional, para lo cual, y con el consentimiento del Gobierno, se dirigió oficialmente a los obispos, párrocos y funcionarios civiles de todas las poblaciones con un cuestionario en el que solicitaba datos relativos a sus diócesis o ayuntamientos a fin de utilizarlos para la confección de esa obra ingente; decir que no pudo ver su tarea concluida (falleció en 1802), que fue terminada por sus hijos, que la publicaron en 1804 y fue la obra cartográfica nacional más importante hasta la aparición, en 1856, del Atlas de España de Francisco Coello.


Fragmento del mapa de Segovia, por Tomás López

          La encuesta, realizada en 1796, consistía en un cuestionario, que López llamó Interrogatorio, acompañado de una carta que decía:

 “Muy señor mío: Hallándome ejecutando un mapa y descripción de esa Diócesis, y deseando publicarle con el acierto posible, me pareció indispensable suplicar á V. se sirva responder á los puntos que le comprehenda del interrogatorio adjunto.

 Es muy propio en todas las clases de personas concurrir con estos auxilios á la ilustración pública, y mucho más en los graduados por su saber y circunstancias como V. y como otros le ejecutaron en otros Obispados.

 Por este medio discurro desterrar de los mapas extranjeros de las descripciones geográficas de España, muchos errores que nos postran: unos cautelosamente, otros ocultando nuestras producciones y ventajas, para mantenernos en la ignorancia, con aprovechamiento suyo y por un fin de cosas que V. sabe y no es asunto de esta carta”.


Fragmento del mapa de Segovia, por Tomás López

 

          El Interrogatorio se enviaba al personal eclesiástico por considerar que, en casi todos los lugares, eran los únicos que sabían leer y escribir y tenía el siguiente contenido:

 

1. Si es Lugar, Villa o Ciudad, á que Vicaria pertenece, si es Realengo de Señorío o mixto, y el numero de vecinos.

2. Si es cabeza de Vicaría o Partido, Parroquia, Anexo, y de que Parroquia, si tiene Convento, decir de que Orden y Sexo, como tambien si dentro de la población o extramuros hay algún Sanctuario o Imagen celebre, declarar su nombre y distancia; asi mismo el nombre antiguo y moderno del Pueblo, la advocación de la Parroquia y el Padron del Pueblo.

3. Se pondra quantas leguas dista de la principal o Metrópoli, quanto de la Cabeza de Vicaria, quanto de la Cabeza del Partido y quantos quartos de leguas de los Lugares confinantes, expresando en este ultimo particular los que estan al Norte, al Mediodia, Levante o Poniente, respecto del Lugar que responde y quantas leguas ocupa su jurisdicción.

4. Dira si está á orilla de algun rio, arroyo o laguna, si á la  derecha o á la izquierda de el, baxando agua abaxo; donde nacen esas aguas, en donde y con quien se juntan y como se llaman. Si tienen puentes de piedra, de madera o barcas con sus nombres y por que Lugares pasan.

5. Expresaran los nombres de las Sierras, donde empiezan á subir, donde a baxar, con un juicio razonable del tiempo para pasarlas, o de su Magnitud; declarando los nombres de los puertos y en donde se ligan o pierden o conservan sus nombres estas cordilleras con otras.

6. Que bosques, montes y florestas tiene el lugar, de que matas poblado, como se llaman, a que ayre caen y quanto se extiende.

7. Quando y por quien se fundo el Lugar, que armas tiene y con que motivo, los sucesos notables de su historia, hombres ilustres que ha tenido y los edificios o castillos memorables que aun conserva.

8. Quales son los frutos más singulares de su terreno, los que carecen, qual la cantidad que asciende cada año.

9. Manufacturas fabricas que tiene, de que especies y por quien establecidas; que cantidades establecen cada año, que artifices sobresalientes en ellas; que inventos, instrumentos o maquinas ha encontrado la industria para facilitar los trabajos.

10. Quales son las ferias y mercados y los dias  en que se celebran; que generos se comercian, extraen y reciben en cambio, de donde y para donde, sus pesos y medidas, compañias y casas de cambio.

11. Si tienen estudios generales ó particulares, sus fundaciones, metodo y tiempo en que se abren; que facultades enseñan y quales con mas adelantamiento, y los que en ellas se han distinguido.

12. Qual es su Gobierno político y económico; si tiene privilegios y si erigio a favor de la enseñanza pública algun Seminario, Colegio, Hospital, Casa de Recolección y Piedad.

13. Las enfermedades que comunmente se padecen, y como se curan; numero de muertos y nacidos, para poder hacer juicio de la salubridad del Pueblo.

14. Si tiene aguas minerales, medicinales o de algun beneficio para las fabricas, salinas de piedra o agua, canteras, piedras preciosas, minas, de que metales, arboles y yerbas extraordinarios.

15. Si hay alguna inscripcion sepulcral u otras en qualquier idioma que sea.

16. Finalmente todo quanto pueda conducir á ilustrar el Pueblo, aunque no este prevenido en este interrogatorio.


Respuestas al "Interrogatorio", página primera.

 

          Y, aquí, es donde entramos en materia; por supuesto, también en Aldeavieja se recibió el citado Interrogatorio; el cura párroco del lugar contestó como bien supo o quiso a las preguntas anteriores y, a continuación, mostramos el resultado que, como todos los realizados, se encuentra en los fondos de la Biblioteca Nacional.

Respuestas al Interrogatorio que hace el Geógrafo de S.M. al Cura Párroco de Aldeavieja.

1ª. Es lugar (de) Realengo, como de doscientos vecinos, pertenece a la Vicaría de Santa María la Real de Párraces, del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, Nullius Diócesis.

2ª. Tiene una Iglesia Parroquial, con la advocación de San Sebastián, patrón del pueblo; en esta Iglesia hay una Capilla magnífica dedicada al Patriarca San José, con dos capellanes, dotado con 5000 reales cada uno y con obligación de misa diaria y de confesar; fundación del señor Luís García Cerecedo y Ana de Rueda, su mujer, por los años de 1670.

Es Patronato Real de Legos y su Patrono de sangre disfruta una decente renta; de los sobrantes que producen los efectos de esta Fundación, se dotan todos los años 12 parientes de los fundadores para tomar estado, con 200 ducados a cada uno, y varias limosnas a los pobres.

Extramuros del pueblo hay dos célebres santuarios; el uno a distancia de 400 pasos, por el norte y occidente, nombrado San Cristóbal, parroquia que fue anteriormente del mismo pueblo; allí se venera la efigie devotísima del Cristo Crucificado con el título de la Serenidad; otro a distancia de media legua por el oriente, donde se venera la milagrosa y aparecida Imagen de Nuestra Señora del Cubillo, en una majestuosa ermita toda de piedra berroqueña labrada a escuadra, con una nave muy capaz, su crucero y media naranja, Capilla Mayor, muchos altares, camarín y sacristía, todo majestuoso y ricamente adornado; su construcción arquitectónica es de orden dórico y se tiene por ermita de campo la mejor, o de las mejores (…ilegible); tiene habitación para el ermitaño y capellán y una decente Hospedería para comodidad de los muchos que concurren a visitar este santuario; todo se debe a las limosnas de los vecinos del dicho Aldeavieja y su comarca;como, asimismo, la manutención del capellán, que, diariamente, tiene la obligación de decir misa en ella; está situada en una llanura espaciosa, rodeada de hermosos y robustos árboles, que hacen calles deliciosas para la procesión el día 8 de septiembre, que se celebra su festividad principal con inmensurable concurso de toda clase de gentes.

3ª. Es Jurisdicción de Segovia en lo civil, de donde dista siete leguas por el norte y oriente, tres a Párraces su Vicaría al norte y occidente. Sus pueblos colindantes son: Villacastín por oriente y norte, distante una legua; Maello, cinco cuartos de legua, más cerca, al norte y poniente; Labajos, bajo la misma situación, legua y media; Blascoeles, al poniente, un cuarto de legua; Ojos Albos, por el poniente y mediodía, una legua; por el mediodía linda con sierras (…ilegible) Las Navas de San Antonio, al oriente, dos leguas. Su jurisdicción, de oriente a poniente, una legua; y del norte a mediodía legua y media.

De las sierras del mediodía se desprenden cuatro arroyos, de aguas cristalinas y delicadas; el primero llamado de La Sierra, distantes por el poniente un cuarto de legua, que divide la jurisdicción de Ávila (que dista 4 leguas por el mediodía y poniente); el segundo distante del pueblo, al oriente, 500 pasos, se llama arroyo Tijera; el tercero llamado de La Casa, a un cuarto de legua al oriente y el cuarto, también a oriente, llamado de Santa maría del Cubillo, distante media legua, pasa junto a dicha ermita; y todos corren de mediodía a norte y desaguan en el río Voltoya a cinco cuartos de legua de esta población.

4ª. Las Sierras del mediodía, llamadas de Aldeavieja, según va hecha mención, se unen con el Puerto de Guadarrama y principian a subir desde esta población; se elevan hasta la distancia de una legua y bajan después un cuarto de legua, poco más, a una llanura grande, llamada Campo de Azálvaro, Baldío de la Tierra de Segovia, y que su capacidad consiste en tres leguas de largo, de oriente a poniente, y en legua y media de ancho, del mediodía al norte; a la parte oriental de este Campo nace el río Voltoya, que pasa por medio, y corriendo hacia el poniente hasta el término de Ojos Albos, tuerce su curso de mediodía a norte a la falda de las Sierras referidas, hasta recoger las aguas del Cardeña.

6ª. Por la parte oriental, entre los arroyos Tijera y de La Casa, hay un Valle poblado de roble, con hermosos prados y cañadas; al norte un monte de encina llamado Cardeña, por el río que le baña y por una población antigua que luego se trasladó a este vecindario a causa de ser insano aquel sitio y se conserva en él la Iglesia Parroquial, con el nombre de San Miguel de Cardeña, distante una legua por el norte y poniente.

8ª. Sus frutos consisten en Hierbas, trigo, cebada, centeno, algarrobas y garbanzos: lana merina, de la mejor de España, leche y queso.

El total del grano, de todas las especies, ascenderá por quinquenio de 4.000 a 5.000 fanegas…/ilegible). Se crían ganados, vacuno y caballar.

9ª. Hay una fábrica, deteriorada, de estameñas ordinarias; otra de curtidos algo mejor.

13ª, Su situación es muy saludable por los aires puros y fríos, de los que resultan, en edad avanzada, algunas perlesías. Nacen cada año 30 personas y mueren 12, poco más o menos. No hay médico, ni boticario.

Aldeavieja y septiembre 14 de 1796.

Muy señor mío de toda mi estimación.

Le remito a Vm, aunque tarde, por mis muchos quehaceres, la respuesta al Interrogatorio que se sirvió enviarme, suprimiendo 20 capítulos en donde no hay cosa qué decir; vea Vm cualquier otra cosa (en que) le pueda servir su

Afectísimo servidor, Gerónimo García, Cura Párroco.

Muy Sr. Mío Don Thomas López.


Páginas dos y tres de las respuestas.

 

         A continuación, trato de explicar los significados de algunos términos que han caído en desuso o que no se entienden bien:

*Realengo quiere decir que el lugar no dependía de un noble o de un eclesiástico, sino del Rey, esto es, del Estado.

*La expresión Nullius Dioecesis, significa “de ninguna diócesis”, y se empleaba para indicar que no se dependía de un obispo, sino de un abad.

*Los 200 vecinos vienen a constituir una población, aproximada, de 1000 habitantes.

*La legua era una medida de longitud equivalente a unos 6 kilómetros.

*Como se ve, los puntos cardinales se denominaban de distinta forma a la actual: el norte igual; el sur, mediodía; el este, oriente y el oeste, poniente u occidente.

*La fanega, como medida de capacidad equivale a 55,5 litros.

*La perlesía es una enfermedad que consiste en debilidad muscular, acompañada de temblores, debida a  edad avanzada u otras causas.


Última página de las Respuestas.

9 de diciembre de 2022

Aldeavieja: Cantogordo

 

          Hoy nos dedicaremos al tercer cerro: Cantogordo, vamos bajando de cota, pues “sólo” tiene una altura de 1335 metros.



          Lo primero de lo que nos vamos a ocupar es de su nombre: Cantogordo, ¿de dónde viene?, CANTO, según el diccionario, es toda piedra de cierto tamaño que está redondeada por la acción geológica o climática y, en efecto, la cima del cerro, como todos los demás, es redondeada y GORDO, no hay que romperse mucho la cabeza para saber que se refiere a su tamaño; pero es una denominación muy común en toda esta parte de Castilla; hay un Cantogordo en Pedro Bernardo, otro cerca de Cercedilla, hasta lo podemos encontrar en la Rioja alavesa, próximo a Labastida; pero, quizás el más famoso es el que, también, es conocido como “Silla de Felipe II”, en San Lorenzo del Escorial y al que también se conoce con este nombre; son pequeños cerros redondeados en una zona montañosa.



          Para llegar a él, lo mejor es coger el Camino de Arriba del Cubillo y un poco antes de llegar a la fuente de “Las Majás” desviarse por el camino que la concentración parcelaria ha explanado y que utiliza un antiguo sendero que iba a reunirse con el antiguo Camino que llevaba a Navalperal de Pinares, del que hemos hablado cuando nos referimos al Cerro del Campo. Vamos ascendiendo poco a poco, pasamos los prados y, dejando a la derecha unos pinares y a la izquierda un pequeño regato, salimos a campo abierto, a la zona de Majalhoyo; un poco antes, a la izquierda habremos pasado por delante de uno de los pocos ejemplares de quejigo que hay en el pueblo.



          Ahora hay un tramo con vegetación baja, mientras vemos como fondo los altos de la sierra y los molinos de viento; a poco entramos de nuevo en un bosquecillo de pinos y ya estamos cerca de la cima; a la izquierda una senda casi invisible nos llevará entre canchales y matas de tomillo y cantueso hasta los “cantos” de la cumbre; paraos… la vista es tremenda; girad sobre vosotros mismos y ved el panorama: el pueblo, el Valle, las pequeñas arboledas, los prados, los caminos, los cerros y los montes que nos rodean por el sur, este y oeste y allá, enfrente, al norte, la llanura castellana: “ancha es Castilla”.



          Volvemos por la vertiente contraria a la que hemos seguido para continuar, por el paraje llamado El Andrinal, cruzamos lo que, más abajo, se convertirá en el Arroyo del Marqués y, después de una corta subida, nos encontramos con el antiguo Camino a Peguerinos, hoy convertido en una ancha pista que baja hasta la fuente de La Jarrera, dejando a la izquierda la Cruz del Comandante, lugar donde hace poco más de cien años (en 1917) que un rayo fulminó a un oficial de la Guardia Civil que estaba cazando por estos lugares y que tuvo la mala fortuna de cobijarse de la lluvia bajo un árbol sobre el que cayó el referido fenómeno eléctrico.



          Luego, al final de este camino nos encontraremos en el Camino del Cubillo, justo donde empieza la bajada de la Cuesta de Matancavera.

24 de noviembre de 2022

Aldeavieja: el cerro del Campo

 

          Continuando con la serie comenzada con el cerro del Calvario, hoy nos vamos a ocupar del Cerro del Campo; pero…. ¿existe dicho cerro? ¿qué queda de él?.



          Digamos, para comenzar, que a día de hoy sólo queda la mitad del cerro; era el más alto de todos los “calocos” que están en nuestro municipio, 1364 metros. A sus pies, en su ladera norte, pasaba el camino que llevaba a Navalperal de Pinares, el antiguo “camino del campo” llamado así por empezar, precisamente, a los pies del cerro y, por lo mismo, así se conocía, y se sigue conociendo, como carretera del campo, a la que lleva, a través de la sierra, a Cebreros; este camino, hoy abandonado, es fácilmente reconocible, y transitable, hasta que se pasa el cerro que citamos, luego se pierde entre los pastos y, después de doscientos metros, aproximadamente, se visibiliza y continúa hasta la Cruz de Hierro.



          Entre el cerro del Campo y el Calvario corría el arroyo Tijera, que se formaba en el sitio conocido como el Arcamadre, al juntarse algunos de los arroyos (o regajales) que bajaban de la sierra atravesando la dehesa del mismo nombre (Regajales); un poco más arriba estaba el caserío de la dehesa, integrado por una casa de medianas proporciones y uno o dos encerraderos, rodeados de álamos y chopos.



          En la cima del cerro, durante muchos años, se colocaban filas y filas de colmenas, pues la gran riqueza de tomillos, cantuesos, mejoranas, piornos y gencianas atraían a las abejas, que producían una miel de gran calidad.



          De todo esto a lo que nos hemos referido no queda nada; la casa desapareció, el depósito del Arcamadre también y el arroyo Tijera, aunque sigue corriendo hasta morir en el arroyo Cardeña, después de cruzar la Fresneda, lleva un agua sucia y contaminada que poco tiene que ver con aquella donde las mujeres del pueblo iban a lavar su ropa, donde los muchachos iban a refrescarse en los días abrasadores del verano y donde bastantes huertecillos recibían el agua que haría crecer sus buenas lechugas y patatas.



          Hoy, en su lugar, tenemos la cantera, una cantera que produce uno de los mejores productos para la construcción de carreteras y vías de ferrocarril: la corneana; de la que la Wikipedia dice lo siguiente:

Corneana o Hornfels, nombres utilizados para referirse a un mismo tipo de roca metamórfica de contacto, comúnmente de grano fino, suele ser muy dura y puede llegar a presentar algún bandeamiento, su resistencia es tal que es capaz de soportar la acción glacial.

Usos de la Corneana:

-Como fundente en la producción de acero, producción de oro y plata, fabricación de  refractarios de magnesio y dolomita.

-Como piedra de construcción, piedra de revestimiento, decoración de jardines, pavimentación de carreteras y tendidos de ferrocarril.

          ¿Qué decir de la cantera? Pues hay que ser realistas: hoy en día el pueblo no existiría sin la cantera (o no existiría tal y como lo conocemos); los puestos de trabajo creados, tanto en la producción como en su transporte… pueden compensar los daños medioambientales que ocasiona (o deben de compensarlos); en un pueblo en el que los medios tradicionales de producción (ganadería y agricultura) están en franca recesión, sólo la cantera puede proporcionar la estabilidad económica para mantener una población fija que dé vida al municipio, por lo menos a corto y medio plazo.

31 de octubre de 2022

Noche de Todos los Santos

 Es la noche de Todos los Santos y, tal como corresponde a estas fechas, os voy a entretener con una "historia" de "muertos"; espero que os guste y que os deje dormir...

Es la noche de Todos los Santos, noche cerrada, oscura, sin luna… las calles del pueblo están desiertas y sólo se oye el silbido del viento al meterse por las ventanas mal cerradas, en un momento determinado las campanas del reloj de la iglesia desgranan doce campanadas, lentas, ceremoniosas, casi lúgubres.

Fermín está solo en casa, no sólo está solo, vive solo; es un viudo amargado, maledicente, algo falso, que pasa sus ratos libres en buscar los puntos flacos de la gente, hablar mal de sus vecinos… Pero hoy está contento, mañana va a venir a verle una mujer, una mujer de la que estuvo enamorado en su juventud, antes de su matrimonio…

-Algo ha sonado fuera, seguramente en la calle… pero poco importa dónde o cuándo, lo que importa es lo que va a pasar mañana: ¡ella va a venir! y lo demás ¿qué me puede interesar?; tengo toda la noche para prepararme, para pensar, para poder elegir las palabras que le voy a decir, los temas de los que le voy a hablar, pero… ¡qué más dan las palabras o los temas…! Lo que importa es que ella viene y… cuando la tenga delante ya me saldrán las palabras ellas solas…

Fermín se recuesta en su sillón favorito, cierra los ojos y se deja llevar…

-Pero… ¿qué es ese ruido?, es fuera sí, pero suena como si fuera en la misma puerta de casa… ¡qué tontería, a estas horas!

Cierra los ojos de nuevo; le molesta que le interrumpan mientras piensa en ella, pero hoy cree que podría hasta perdonar aquellos ruidos, aquellos golpes…

-Le miraré a los ojos… esos ojos turquesa que me han envenenado el cerebro, y le diré… toda palabra será inútil para describir su belleza… mejor… le cogeré la mano, como si fuera a saludarla y entonces… miraré sus ojos y…

Los golpes resuenan tan fuertes que le hacen perder la concentración…

-Pero…¿otra vez?, voy a tener que asomarme.

Se acerca a una de las ventanas que dan a la calle, escucha… no oye nada, entonces intenta asomarse por ella y ver qué pasa, forcejea…

-Nada, no hay nada, pero… esta ventana, ¿por qué no se abre?, habrá crecido con la humedad; miraré por la puerta

-Otro golpe, ¡ya va, ya va! ¡sin prisa!

Con gesto de contrariedad va hacia la puerta, tira del cerrojo, sus ojos no dan crédito:

-Tampoco se abre la puerta, esto ya me está cabreando; a ver, la llave… la llave ¡no entra! ¡no entra en la cerradura!, es como si la hubiesen taponado… por fuera, ¡malditos gamberros, hijos de…! ¡se van a enterar mañana… ¡sé quiénes sois!, ¡a ver qué dicen vuestros padres mañana!

Un leve sudor le hace brillar la piel de la frente, tira con rabia la llave al suelo…

-¿Y ese otro ruido? Es arriba, en el sobrado… son pasos… ¿quién anda ahí?

Con pasos enérgicos se dirige a una puerta que se encuentra detrás suyo, con dos escalones de piedra…

-¿Qué pasa con esta puerta también? La echaré abajo, en la cocina hay un hacha…

Sus ojos echan chispas, le sudan las manos, ya abiertamente, se pasa las manos por la frente, resopla, cruza el salón y se mete en la cocina…

-Tampoco está el hacha, no importa, es delgada y la echaré abajo…

Se vuelve rápido, los ojos desencajados, mirando a los rincones sin poderse creer lo que está pasando, con decisión echa la mano al picaporte…

-¡Basta! ¡Pero… ¿qué pasa en esta casa?!

Baja y sube la manilla, la puerta, de recia madera, no se mueve, se da vuelta, mira a todas partes, como si no reconociera el lugar donde está…

-No entiendo nada, ¡estoy encerrado en la cocina!

Se lleva ambas manos a la cabeza, suda, suda y, a la vez, un escalofrío recorre su cuerpo…

-¡Lo que faltaba! ¡se ha ido la luz… o la han cortado!

Alza las manos a la altura de su cara, las mueve como si, con el movimiento, pudiera verlas, tiembla, no sabe si de miedo o de frío…

-¡Otra vez los ruidos!

Alza la cabeza, se oyen pasos, primero lentos, pesados, luego como si corrieran… se gira en la dirección por la que cree que se oyen…

-¡Cada vez más fuertes!, pero… ¿qué pasa? ¿qué pasa?, ¡encerrado en la cocina, sin luz, la casa llena de ruidos, sin comida, el agua cortada… ¿qué quieren? ¿quién quiere?

Chilla, su voz se vuelve aguda, casi no le sale de la garganta, se lleva las manos al cuello, como si quisiera empujar sus palabras, de pronto tropieza, cae sobre una silla… casi lo agradece, pero no puede dejar de gritar…

-¡Déjenme salir, déjenme!

Llora, sus ojos se llenan de lágrimas, se abraza el cuerpo intentando protegerse no sabe de qué… pero necesita ese contacto…¿humano?

-¡No quiero estar aquí! ¡No quiero estar así…!

La casa está silenciosa, oscura, ninguna luz se filtra por sus ventanas cerradas, nada se oye… ni dentro… ni fuera, si pudiéramos entrar veríamos, en la cocina, a la luz de un fuego que arde, azul y misterioso, el cuerpo de un hombre, ya frío, que con los ojos desorbitados, la boca abierta en un grito, una mueca de horror en el rostro, mira hacia un infinito que nunca podríamos vislumbrar.

18 de octubre de 2022

Manuel de Arpe y Retamiro

 

          De vuelta de este largo verano hoy os quiero traer una noticia que ha aparecido en varios periódicos, noticiarios de la televisión y páginas de internet, un acto que aunque no atañe directamente a nuestro pueblo, sí lo hace sobre una persona que tuvo, él y sus descendientes, una cierta e importante conexión con él.



          Se trata de Manuel de Arpe y Retamiro, que fue restaurador del Museo del Prado y que compró las ruinas de la ermita de San Cristóbal con la intención de restaurarla y hacer de ella el lugar de su retiro, cosa que no pudo hacer, pero que dejó ese legado a sus hijos y nietos, que han convivido con nosotros (lo siguen haciendo) y que han dejado su huella en muchos de nosotros. Todos recordamos a Rafael, a Conchita… y a sus hijos, Chito, Manuel y Fernando.



          En fin, a lo que íbamos; dos de ellos, Rafael  (Chito) y Fernando, con la asistencia del historiador Manuel Haro Ramos y la poetisa Elina Pereira Olmedo, han sacado a la luz un libro basado en las memorias de su abuelo (Manuel de Arpe) y de su madre (Concepción de Arpe), para mostrar al público las aventuras (y desventuras) que el primero sufrió cuando, durante nuestra Guerra Civil, acompañó las obras del Museo del Prado, desde Madrid a Ginebra, pasando por Valencia y Barcelona, para salvarlas de los bombardeos que sufrió la capital de España durante ese periodo, sus trabajos para que llegasen en buenas condiciones, así como en su viaje de vuelta a España y las reparaciones que tuvo que realizar en cuadros tan emblemáticos como “El 2 de mayo en Madrid” (“La carga de los mamelucos”) de Goya y en otros muchos.

          Una historia bien contada, llena de anécdotas curiosas y de momentos que, a pesar de saber cual fue su final, no dejan de estremecer, de indignar, de emocionar y llenarnos de muchos otros sentimientos.



          Tuve la suerte de poder asistir a la presentación del libro en el Ateneo de Madrid, el pasado día 10 de octubre, saludar a sus autores y, después de leer el libro, aconsejaros su lectura.

          Hasta otra.

13 de agosto de 2022

Aldeavieja: el cerro de El Calvario.

 

Hoy vamos a tratar de nuestra sierra, la “oficialmente” llamada Sierra de Ojos Albos y vamos a comenzar por lo que tenemos más a mano, por el cerro del Calvario.


Vista aérea del Calvario en los años sesenta del pasado siglo.

Lo primero indicar que “el Calvario” forma parte de una serie de cerros o “calocos” que empiezan (o terminan) en éste y acaban (o empiezan) en Otero de Herreros, ya en la provincia de Segovia. En el término municipal, además de él, tenemos los cerros del Campo (antes llamado del Campo-Azálvaro), Cantogordo, Asperón y la Avena. Estos cerros se formaron en el periodo del Mioceno, hace, aproximadamente, entre 24 y 5 millones de años, millón más, millón menos. La erosión creada por las aguas y el viento, al chocar contra las masas rocosas de granito, formó estos cerros redondeados y relativamente bajos en el piedemonte de la sierra.


El Calvario desde el oeste.

El nombre viene de que en él, en la ermita del Cristo de la Agonía, acababa un Vía Crucis que, empezando en la puerta de la iglesia parroquial, recorría las calles del pueblo y terminaba en el cerro; testigo de ello está todavía la cruz que, desmochada, pervive al principio del camino del Cubillo y la que existe junto a la carretera nacional, dentro de las antiguas eras y otra más que estaba (como muchos recordaréis) en la primera curva de la carretera del Campo; más tarde el Vía Crucis fue modificado terminando, como se puede ver actualmente, junto a la ermita de San Cristóbal. He oído otra versión que dice que el Vía Crucis empezaba en la cruz junto a la ermita de la Agonía y que acababa en la de San Cristóbal, con lo que cualquiera puede ser la correcta, o todas en diferentes espacios de tiempo.

La ermita del Cristo de la Agonía fue edificada en 1730, y fue costeada por Andrés de Nabas (alcalde a la sazón del pueblo) y por su mujer; y así constaba en una inscripción grabada sobre la puerta:

“Esta hermita del Cristo de la Agonía hicieron a su costa Andrés de Nabas del Nogal e Isabel Gordo su mujer año de 1730”

En la cruz de piedra que se alza frente a las ruinas de la ermita se puede leer:

“La + puso Isabel Gordo, viuda de Andrés de Nabas, fundada año 17…”



Ermita del Cristo de la Agonía.

Un dato: el cerro tiene una altura de 1305 metros.

Geológicamente se han encontrado tres minerales en el cerro: cuarzo, moscovita y ortosa; minerales que juntos o con otros, forman las rocas de granito que conforman la base del cerro. En la cara sur, entre los desmontes de tierra rojiza, aún se pueden encontrar buenos ejemplares de cuarzo cristalizado (cristal de roca).




Moscovita, Ortosa y Cuarzo.

Como curiosidad deciros que arriba, en la cumbre, se pueden observar las ruinas de un antiguo puesto de caza, utilizado para usar un reclamo con el que atraer piezas de la misma clase, normalmente perdices, para su apresamiento.


Restos del puesto de caza del Calvario.

Lo mejor, quizás, es la vista que se tiene del pueblo, en toda su extensión y que se nos ofrece desde su mejor perspectiva; además, las puestas de sol desde la cumbre son de las mejores que se pueden observar en la zona.

26 de julio de 2022

Las Enramadas

 

          Hace poco mientras, sentado en un banco de madera, esperaba la llegada de la furgoneta del pan junto a mi tío Aquilino, y entre medias de nuestras disquisiciones sobre unas cosas u otras, me contó una de las antiguas tradiciones de Aldeavieja, ya olvidada y de la que yo no tenía ninguna noticia.



(Colocación de las enramadas en Alcozar (Soria) )

          Según me relataba, era costumbre, entre los mozos varones del pueblo que, llegada la víspera del día del Señor, irse al monte y cortar un árbol para engalanar la fachada de las mozas casaderas; lo normal era que fuera una de las muchachas por la que sentían algo diferente, vamos, que fuese la chica de sus sueños; se esforzaban por que el árbol estuviese bien derecho, con buenas ramas y, al caer la noche, lo colocaban a la puerta de la casa donde la moza residía; al día siguiente todas (o casi todas) las muchachas hablaban y porfiaban sobre el nombre del que había puesto cada árbol y se alegraban o entristecían si coincidía con sus gustos o no.

          Lo normal es que se tratase de un álamo (un negrillo) pues era el árbol que indicaba que el que lo hubiera colocado estaba prendado por la chica que vivía en aquella casa pero, ¡ay si se trataba de un álamo blanco! (un chopo) pues eso quería decir que las relaciones entre los dos no eran buenas, o las habían roto o había alguna cosa que impedía que su amor prosiguiera.

         Investigando sobre ello he visto que esta costumbre estuvo muy extendida por casi todos los pueblos de España y, por supuesto, en Castilla y León; recibía el nombre de “Las Enramadas” pues en algunos sitios no se trataba de un árbol, sino de ramajes más o menos elegantes con que adornaban la puerta de la casa de la moza en cuestión.

          Se celebraba en la noche de la víspera de Pascua Florida, o del Domingo de Ramos o de la Noche de San Juan (solsticio de verano); no supo decirme mi tío en cual de estas festividades se hacía en Aldeavieja, apuntó a la víspera del Corpus, pero sin ninguna seguridad; el caso es que la fecha no era la misma en todas las localidades.

          Parece ser que la colocación de las ramas, o de los árboles, en las puertas o fachadas de las casas, iba acompañada de los llamados cantos de ronda a la vez que se aclaraban las gargantas con un buen clarete (o un buen aguardiente) acompañado de bollos o de algo más contundente.

          En algunas localidades, al acabar la noche de ronda, los mozos echaban el rastro, un sendero de paja que llevaba desde la casa del mozo hasta la de la muchacha por la que sentía amor, cruzándose por las calles los distintos senderos y haciendo difícil y complicado el saber cuáles eran las parejas, ocasionando con ello momentos de risas y provocaciones que formaban parte importante de la fiesta.

          Señala José Luis Alonso Ponga (uno de los estudiosos del folklore más señalados de nuestra Comunidad) que “las rondas y enramadas son, dentro de las fiestas de la juventud, las manifestaciones que más han pervivido en la mentalidad de los mayores de Castilla y León”.

          Hemos hablado antes de que no se colocaba cualquier árbol o arbusto en “Las Enramadas”, pues cada uno tenía un significado; me imagino que sería muy parecido en casi todas las localidades, por lo que, a continuación, señalo lo que querían decir en la localidad zamorana de Toro:

– Álamo: te amo.
– Pino: te estimo.
– Olivo: te quiero pero te olvido.
– Chopo: te quiero, pero poco.
– Castaño: te quiero, pero te engaño.
– Peral: te quiero más.
– Espiga de trigo: amiga y amigo.
– Laurel: No volveré.
– Romero: La que yo más quiero.
– Nogal: te quiero hablar.
– Jazmín: amor hasta el fin.
– Clavel: te quiero bien.
..

          En esta localidad no todos los mensajes eran «bonitos», y si algún chico había sido rechazado por una chica, le llenaba la puerta de huesos. Me imagino que lo mismo pasaría en nuestro pueblo, aunque puede que no fueran huesos lo que se colocaba en casos así.

          Si alguno tiene conocimiento de esta costumbre por habérselo oído contar a sus mayores, no dudéis en decírnoslo para así poder completar una historia que formó parte de la vida de nuestros padres y abuelos.