12 de octubre de 2025

Hace diez años.

 

El día 15 de octubre, hace ya diez años, 2015, publiqué la primera entrada de este blog, se trataba de una introducción, o explicación, de lo que pretendía hacer en él; como es muy corta la copio aquí, como recuerdo:

 

“Voy a comenzar a contaros una historia de Aldeavieja, una historia real y soñada; una historia sacada de los libros y de la cabeza; de la memoria de nuestros mayores y de las voces de la tierra; cuando paseas por sus calles, o por sus campos, sientes la presencia de cuantos han vivido antes que nosotros, escuchas sus deseos, sus odios, sus amores, sus alegrías y sus penas y he intentado plasmar en papel los sentimientos que me han llegado al oir esas voces.

Todo cuanto podáis leer es cierto, aunque no todo sea real; nada hay inventado… todo sucedió o pudo suceder.

Si leéis cosas extrañas o pensáis que algo de ello es falso… ¡decídmelo!, lo arreglaremos como buenos amigos.”

 

No sé si en este tiempo he conseguido atraer vuestra atención, que creo que sí, hay más de 123.000 visitas en estos diez años, 12.300 al año, mil al mes; teniendo en cuenta la poca población de nuestro pueblo pues… estoy contento.

 

Para celebrar estos diez años os voy a mostrar una imagen que, a día de hoy, ya no existe y, para nuestra desgracia, muy pocos de nosotros hemos visto, se trata de un cuadro, una acuarela realizada por mi primo José Santiago Perlado; es una vista de la Dehesa de Regajales, las casitas entre los cerros del Campo y Calvario donde hoy existe una gigantesca poza llena de agua que sirve para lavar la piedra que se saca de la cantera.



  

Gracias por leerme y, espero que sigamos, por lo menos, otros diez años más, sobre todo si cuento con vuestra ayuda. Un abrazo.

4 de octubre de 2025

Aldeavieja: 1986

 

 

En el número de 16 de mayo de 1986, El Diario de Ávila publicó una serie de artículos de Javier Santero dedicados a nuestro pueblo, acompañados de unas cuantas fotografías, que acompaño con los textos; como iréis viendo la imagen que presenta de Aldeavieja no ha perdido, en absoluto, su actualidad, relatándonos  los problemas que se sentían entonces, que parece que no hemos adelantado nada o muy poco. Lo primero es una breve introducción que va seguida de una sencilla descripción del Santuario de la Virgen del Cubillo para acabar con la impresión que le mereció su visita al pueblo; os dejo con ello y… ya me contaréis.



Aldeavieja es el último pueblo de la Provincia, según se va para Madrid por la carretera nueva. A poca distancia de las últimas casas del pueblo, aparecen ya las dos columnas de piedra que sirven de separación de las tierras abulenses y de las segovianas. Aldeavieja es uno de tantos pueblos de nuestra Ávila, pequeños, amables, con un deseo enorme, en todas ellas, de buscar mejor vida… Un pueblo con problemas, es lógico, pero al que nos hemos acercado para pasar un rato agradable. Y en Aldeavieja, un lugar que no debe ser olvidado: la ermita de la Virgen del Cubillo, monumento histórico-artístico de carácter nacional. De verdad, merece la pena.

El santuario de la Virgen del Cubillo, monumento herreriano con categoría nacional.



El Santuario de Nuestra Señora del Cubillo congrega cada año, por el 8 de septiembre, a cientos de fieles que en los alrededores de la ermita comen sobre las mesas de piedra y piden favores de la Virgen en el Santuario.

Este Santuario, situado a un par de kilómetros de Aldeavieja, es desde enero de 1980 monumento histórico artístico nacional, según consta en la misma ermita. Una ermita que adorna una de sus entradas, por la puerta por la que el santero nos permite entrar al interior, con un cuadro naif que representa la romería de septiembre.

Es una iglesia de estilo herreriano que hace años fue objeto de varios robos: cinco se produjeron en cuatro años. El santero está allí todo el día, pero por la noche la ermita se queda sin protección. En su interior, aparte de la imagen de la Virgen del Cubillo, hay varios cuadros, algunos de los cuales están siendo restaurados en El Prado.

Es una ermita bien cuidada y muy hermosa en su interior, que bajo el suelo guarda una parte del árbol en el que, según la tradición, se apareció la Virgen.

En el pueblo hay otra iglesia, la de San Sebastián, de menor valor que la ermita. También a las afueras, otra ermita, la vieja, que parece que ha sido vendida a particulares que la han cercado con alambre. Hasta ella hay un Vía Crucis que sale desde la plaza del pueblo y termina a sus mismas puertas. Algunas de sus cruces están rotas y otras ya han desaparecido.

Aldeavieja: un pueblo al lado de la carretera en el que podemos detenernos.

Javier Santero.



La primavera le sienta bien a Aldeavieja, un pueblo situado junto a la carretera Nacional 501, que sin duda muchos hemos visto al pasar de camino a Madrid o Segovia sin que, probablemente, hayamos sentido la tentación de detenernos unos minutos. La tentación existe, y en primavera aún más, porque el verde de la hierba llega hasta el mismo interior del pueblo y sobrepasa su iglesia dándole un aire distinto.

En estos días de la primavera los chicos, que salen pronto de la escuela, mezclan sus gritos y sus juegos con el canto de los pájaros, y corren por las calles del pueblo y se sientan sobre el verde. El último juego que les faltaba era el fotógrafo para correr a posar ante él, a la puerta de la escuela o bebiendo en la fuente de cuatro caños situada a un lado de la iglesia.

En esa tarde de primavera ni tan siquiera faltan a la cita los relámpagos sobre el horizonte ni los turistas que han detenido su furgoneta en la plaza y tratan de reparar alguna avería indiscreta, también en la hierba. En la tarde tranquila los perros pasean por las calles, unas mujeres tienden la ropa a la puerta de sus casas y el reloj de la iglesia de San Sebastián marca las cuatro menos veinticinco. La misma hora que marcaba cuando llegamos y la misma que marcará bastante tiempo después, cuando nos marchemos del pueblo.

Este pueblo, de alrededor de doscientos habitantes, tiene tres actividades principales: la ganadería, la agricultura y la construcción. La cantera que hay a pocos metros de la localidad no da trabajo más que a media docena de personas de Aldeavieja junto a otros de pueblos más lejanos. En el pueblo hay personas en paro que llevan meses detrás de un puesto allí, que no consiguen. Alguien comenta que hay una cierta discriminación hacia los del pueblo por un problema con alguien a quien no se le dejó cazar en el coto, pero tampoco se atreven a asegurar que esa sea la razón de que no cuenten con ellos.

De lo que sí hay queja es de que, aparte que el pueblo no saca un gran beneficio del trabajo de la cantera, lo único que ganan son los sembrados llenos de polvo.

La mayor parte de las casas del pueblo son edificaciones bajas, todas ellas con hogar, aunque hay algunas más nuevas de hasta tres pisos de altura, que desentonan bastante con el resto del pueblo. En una de las casas, probablemente la más grande del pueblo, y actualmente deshabitada, se agolpan las pintadas con el clásico lema de “Vivan los quintos del…” ¡Y hay pintadas de hace más de treinta y cinco años! Es una casa enorme, de otros tiempos, de aquellos años en que el pueblo “era de cuatro o cinco”. Probablemente durante la guerra fue cuartel de la Guardia Civil y Hospital, y hoy un lugar abandonado donde entran los muchachos a jugar.

Aldeavieja hace años que perdió su condición de municipio. Hoy día Aldeavieja y Blascoeles forman el Ayuntamiento de Santa María del Cubillo, lo que, en las actuales circunstancias, no hace feliz a algún habitante de Aldeavieja. El alcalde es “del otro sitio”, en tanto que de Aldeavieja sólo son tres concejales. Por eso hay quien piensa que el pueblo está un poco dejado de la mano de Dios.

La carretera es una parte esencial del pueblo, algo de lo que Aldeavieja no se puede separar. Cerca de la provincia de Segovia, vive junto a la carretera que es tan parte del pueblo como la hierba hasta la misma plaza, o el reloj que siempre marca las cuatro menos veinticinco.



28 de septiembre de 2025

Hace 50 años: la creación del municipio de Santa María del Cubillo.

 

Hace ya más de cincuenta años, aparecía en el “Diario de Ávila” de 14 de diciembre de 1974 la siguiente noticia:

La Excelentísima Diputación Provincial en sesión ordinaria celebrada bajo la presidencia del Excmo. Sr. D. Vicente Bosque Hita, gobernador civil de la Provincia…adoptó entre otros de menor importancia, los siguientes acuerdos:

Se acordó informar favorablemente el expediente de fusión de los municipios de Aldeavieja y Blascoeles, así como la constitución de un nuevo municipio que se denominará Santa María del Cubillo.



Tendría que pasar casi un año para que el B.O.E. publicara, firmado por el entonces Jefe del Estado, Francisco Franco, con fecha 2 de septiembre, el Decreto por el que se realizaba la esperada unión de los dos municipios:

18500 DECRETO 2027/1975, de 24 de julio, por el que se aprueba la fusión de los Municipios de Aldeavieja y Blascoeles (Avila).

Los Ayuntamientos de Aldeavieja y Blascoeles, de la provincia de Avila, adoptaron acuerdos con quórum legal de instruir expediente para la fusión de sus Municipios limítrofes, en base a que carecen de recursos económicos suficientes y a la escasa distancia de sus núcleos de población, de similares características.

El expediente se sustanció, con arreglo a las normas de procedimiento contenidas en la Ley de Régimen Local y en el Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las Entidades Locales, sin reclamación alguna durante el período de información pública a que estuvieron sometidos los acuerdos municipales, y las bases aprobadas para la fusión previenen, entre otros extremos, que el nuevo municipio se denominará Santa María del Cubillo y tendrá su capitalidad en el núcleo de Aldeavieja.

La Diputación Provincial y el Gobierno Civil han informado en sentido favorable, y se ha puesto de manifiesto la realidad de los motivos invocados por los Ayuntamiento y la conveniencia de la fusión para posibilitar una mejor prestación de los servicios en los núcleos, concurriendo en el caso las causas prevenidas en los apartados a) y c) del artículo trece de la vigente Ley de Régimen Local.

En su virtud, de conformidad con los dictámenes emitidos por la Dirección General de Administración Local y Comisión Permanente del Consejo de Estado, a propuesta del Ministro de la Gobernación y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día diecisiete de julio de mil novecientos setenta y cinco,

DISPONGO:

Artículo primero.-Se aprueba la fusión voluntaria de los Municipios de Aldeavieja y Blascoeles (Avila) en uno, con el nombre de Santa María del Cubillo y capitalidad en el  núcleo de Aldeavieja.

Artículo segundo.-Queda facultado el Ministerio de la Gobernación para dictar las disposiciones que pudiera exigir el cumplimiento de este Decreto.

Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a veinticuatro de julio de mil novecientos setenta y cinco.

 

FRANCISCO FRANCO

 

El Ministro de la Gobernación,

JOSE GARCIA HERNANDEZ



Hace, pues, ya más medio siglo de la unión de Aldeavieja y Blascoeles en un solo municipio; en diciembre de ese año, 1975 (no hacía ni un mes de la muerte del dictador y ya se podía vislumbrar una pequeña apertura en el horizonte de la vida española), se reunían los Plenos de los dos municipios para crear la Gestora que habría de dirigir la nueva Corporación; así daba la noticia el “Diario de Ávila” con fecha 16 de diciembre:

Toma posesión la Comisión Gestora del Nuevo Municipio de Santa María del Cubillo.

En el día de ayer, se reunieron en la Casa Consistorial de la localidad de Aldeavieja, bajo la presidencia del subjefe provincial del Movimiento y delegado del excelentísimo señor gobernador civil para este acto, don José Luis Sánchez-Ferrero Martín, los miembros que integraban los Plenos de las Corporaciones Municipales de las localidades de Aldeavieja y Blascoeles, al objeto de proceder a la constitución del nuevo Municipio de Santa María del Cubillo, con capitalidad en el pueblo de Aldeavieja, como consecuencia de la fusión voluntaria de ambos, aprobada por Decreto 2027/1975 de 24 de julio, para designar la Comisión Gestora que ha de regir el nuevo Municipio, quedando constituida de la siguiente forma después de que sus miembros prestaron su juramento de fidelidad al Rey, a los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino:

Presidente: don Andrés Gordo Zahonero, y como vocales: don Gregorio Sánchez Miguelsanz, don Andrés Gordo Zahonero, don Luis Pintos Gordo, don Teodoro Vázquez Vázquez y don Ramiro Vázquez Aragón.

Cerró el acto el subjefe quien, en nombre del excelentísimo señor gobernador civil y jefe Provincial del Movimiento, hizo la llamada a la solidaridad y espíritu de hermandad que debe reinar y existir en todo momento entre los vecinos de ambos Municipios extinguidos, al pasar a formar parte del nuevo constituido, deseando, al propio tiempo, todo género de venturas y de prosperidad a todos sus habitantes.

Se han cumplido cincuenta años y es hora de hacer balance, ¿positivo?. Cada uno tendrá su opinión; sólo hacer constar que la unión de los dos municipios en 1975 no fue la primera ocasión en que esto sucedía, pues ha habido más ocasiones en que se han fusionado ambos pueblos en un solo municipio, en los siglos XVIII y XIX; pero eran otras épocas y tal como se unían podían desunirse; hoy eso es casi imposible.

 

31 de agosto de 2025

Sobre el nombre de Blascoeles

 

          Hoy, para acabar el mes, vamos a ocuparnos un poco de los vecinos, esto es, de Blascoeles.


          En el ejemplar de 21 de noviembre de 1967,
  del “Diario de Ávila”, Pedro de Ulaca, periodista encargado de escribir artículos sobre la historia, costumbres y leyendas de la provincia, publicó las siguientes líneas en las que rememoraba el origen del nombre de la población de Blascoeles; parece una historia un poco llevada por los pelos, pero ahí lo dejo:

          “Se perdió el personaje Blasco entre las espesuras de los bosques cazando, y salieron los vecinos a buscarle, como era costumbre y necesidad con faroles, tañendo las campanas y los cimbalillos del contorno. Por fin respondió a las voces y uno de quienes le buscaban gritó: “Blasco!... Él es” Y el señor haciendo pie con su lanzón en el suelo dijo: “Este lugar se llamará Blasco-el-es en memoria del suceso”.

          Ya dije que la historia está tomada un poco por los pelos, pues ¿Cómo explicar que en el siglo XIX se nombrara a dicho pueblo como Blasconceles? Además, parece ser que el nombre viene dado por los repobladores de la comarca, allá por los siglos XII y XIII, provenientes del norte de la península, vascos o cántabros, que dejaron su impronta por toda la zona

24 de agosto de 2025

Aldeavieja: Una disputa de 1502

 

 

Un vistazo al pasado para echar una ojeada a uno de los elementos recurrentes de la historia de Aldeavieja: sus malas relaciones con los vecinos.

En este caso retrocedemos poco más de 500 años, allá por el 1502, más concretamente un 14 de diciembre.



En esa fecha los Reyes Católicos, en persona, tuvieron a bien intervenir entre un conflicto entre los habitantes de nuestro municipio y los cercanos residentes del “lugar de Tabladillo”.

El encabezamiento-resumen del documento, encontrado en los archivos del Ayuntamiento de la ciudad de Ávila, dice así:

Real Provisión de los Reyes Católicos comisionando al corregidor de la ciudad de Segovia para que administre justicia sobre la persona de Vila Núñez, señor del lugar de Tabladillo, sobre los perjuicios que ocasiona en los vecinos de Aldeavieja.

En primer lugar recordar que Aldeavieja, hasta la última distribución provincial de 1833, pertenecía a la provincia de Segovia, más concretamente al Sexmo de Posaderas, como hemos apuntado muchas veces desde este mismo sitio.



Esta es la “traducción”, desde el castellano viejo, de dicho documento:

Don Fernando y Doña Isabel

A vos que es nuestro corregidor o juez de residencia en la ciudad de Segovia o a vuestro alcalde, salud y gracia.

Sabed que por parte del Concejo, alcaldes, regidores, oficiales, hombres buenos del lugar de Aldeavieja, tierra de dicha ciudad, nos fue hecha relación diciendo que Vila Núñez, señor del lugar de Tabladillo, y sus criados, hacen muchos agravios y daños a los vecinos de dicho lugar y los deshonran y amenazan y les golpean e hieren, les roban además de otros muchos agravios contenidos en un memorial que fue presentado ante nuestro Consejo y se nos suplicaba que mandásemos a alguna persona de nuestra Corte para que se informase  de los hechos y prendiese a los culpables y los metiera en prisión, por lo que se ha acordado mandaros a vos por dicha razón.

Por los que mandamos que, con esta carta nuestra, fuerais a la villa de Aldeavieja o a cualquier otra parte que fuera necesario, y veáis el susodicho memorial; los gastos del escribano serán cargados y pagados por las personas que halléis culpables,  según la culpa que cada uno tuviere.



No sabemos cómo acabó el pleito, pero algo serio sería cuando tuvieron que intervenir los monarcas en la disputa.

13 de agosto de 2025

Aldeavieja: la Capilla de San José; sepulturas II.

 

En esta segunda parte de los enterramientos que existen en la Capilla de San José de la iglesia parroquial de Aldeavieja,  vamos a tratar de las sepulturas de los descendientes de sus fundadores, ya sabéis, Luis García de Cerecedo y su mujer, María de Herrera.


En una de las lápidas se puede leer:

Aquí yacen José García Zerecedo y Juana Baquero Herrera, su mujer, sobrinos y segundos patronos de esta capilla y de las buenas memorias y obras pías que fundaron los señores Luis García Zerecedo y María de Herrera su mujer, año de 1707, y su hijo, Joseph García Zerecedo, su hijo, que murió de edad de 20 años, 1699.

En la lápida contigua se lee:

Aquí yacen Baltasar Martín García i Pheliciana Baquero de Herrera, su mujer, sobrinos i terceros patronos de esta capilla i de las buenas memorias que fundaron Luis García de Cerecedo i María de Herrera, su mujer, que santa gloria tienen. Falleció el dicho año de 1727 y la dicha año de 1743.

Junto a ella, con uno de los pocos escudos grabados en la piedra, está la sepultura de los cuartos patronos, que dice así:

Aquí yacen D. Baltasar Martín García y Feliciana Baquero, su mujer, cuartos patronos de esta capilla y sus fundaciones, familiar que fue del Santo Oficio, falleció año de 1767.

Se llaman igual que sus antecesores, no es un error, era, antes como ahora, la ilusión de llamar a los hijos como a los padres.


El escudo y la inscripción nos dan la pista, y la seguridad, de que Baltasar era un familiar del Santo Oficio, en otras palabras, de la Inquisición, cuyas funciones eran velar por el cumplimiento de los deberes cristianos de la población y acusar y detener a los infractores de la doctrina católica o a los considerados herejes, judaizantes o sospechosos de alguna de esas causas; era un cargo muy valorado pues, entre otras cosas, aseguraba la limpieza de sangre del nombrado, lo que en esa época era una de las honras más queridas, aparte de la seguridad que daba de no ser perseguido por la temible institución.

El escudo lleva una cruz, símbolo de la fe; una espada, que significa como defensor de la doctrina cristiana y una rama de olivo que representa la reconciliación del perseguido o acusado con la Iglesia una vez castigado por su pecado y vuelto a la gracia.

Y, por último, tenemos la lápida más historiada de todas, en ella se puede leer:

Aquí yacen don Juan de Becerril, Caballero de la Orden de Calatrava y Capitán del Provincial de Ávila y María Martín García, su mujer, sextos patronos de esta Capilla.1782.

Juan de Becerril fue patrono de la fundación mientras vivió su esposa, María, a la muerte de ella dejó de serlo, por no ser familia directa de los fundadores.



El escudo, muy historiado y adornado con los símbolos de sus cargos, como Caballero y Capitán, es el mismo que podemos ver en la fachada de su casa solariega, en la calle Ancha; está dividido en cuatro cuarteles: el primero, que luce un becerro y a su alrededor ocho estrellas, es el apellido BECERRIL; el segundo, un león con cuatro fajas, es del apellido ESTEBAN; el tercero, del apellido ALONSO, consiste en una faja en la boca de dos dragantes (cabezas de dragón), encima tres estrellas y abajo un león; el cuarto son las armas de GONZÁLEZ, un castillo con tres torres.


24 de junio de 2025

La romería del Cubillo en 1898.

 

En la última entrega recordábamos la guerra de 1898 y lo que en nuestro pueblo supuso, dentro de los límites de la época, su aportación a la lucha contra los norteamericanos; a fecha de 24 de agosto de ese año lo recaudado por las gentes de Aldeavieja, junto a su Ayuntamiento, fue de 85 pesetas y 13 céntimos, quizás no nos parezca mucho pero es una cantidad muy parecida a la de otros municipios de los alrededores.

Bien, pues aprovechando la fecha, hoy he traído el artículo que el periódico “El Eco de la Verdad” de 11 de septiembre publicó sobre la romería de la Virgen del Cubillo publicó ese aciago año de 1898:



 

LA ROMERIA DEL CUBILLO

En el límite de la provincia de Ávila y Segovia, dentro del término municipal de Aldeavieja pero colindando con el de Villacastín, álzase un santuario, de sólida y elegante construcción, debido a la munificencia de numerosos y fervientes devotos.

Ríndese allí culto, como en otros innumerables santuarios de esta católica España, a la Madre de Dios, bajo la adoración de Nuestra Señora del Cubillo.

Lo que puede la fe y de lo que la fe es capaz, adviértese allí bien pronto, pues a pesar de que los pueblos que circundan el famoso santuario, viven en medio de las estrecheces a que obliga el atraso de la agricultura española, la Virgen del Cubillo no carece de nada de cuanto es preciso para darle un culto constante y solemne. No sólo no carece, sino que sobra y por eso se observa que su santuario es uno de los mejor conservados que existen.

Estos milagros sólo la fe puede hacerlos, porque sólo en aras de ella se concibe que el pobre se desprenda de lo que le es casi preciso para su sustento diario. ¡Cuántas veces habrán llegado a las puertas de aquel templo devotos fervientes que por dejar humilde ofrenda a la venerada imagen, se desprendieron de uno o más de sus modestos salarios, que representan acaso toda una epopeya de fatigas y privaciones!.

Tanta es la devoción que se profesa en aquellos contornos a la Virgen del Cubillo, que pocas serán las madres que viendo postrados en el lecho del dolor a sus queridos hijos no los hayan ofrecido a la referida imagen. Por eso al llegar la fiesta anual, son muchas las ofrendas que allí se depositan, en cumplimiento de los votos hechos, ofrendas de escaso valor en sí, pero de grande importancia por lo que significan.

***

Desde las primeras horas de la mañana del jueves último, numerosos romeros, en coches unos, en carros otros, a  caballo los más, acudían al santuario del Cubillo. Pronto la pradera que le circunda, viose poblada de innumerables gentes, de todas clases y condiciones, desde la encopetada y distinguida dama y la elegante señorita hasta la humilde aldeana de refajo corto.

Vendedores mil que pregonan sus mercancías, romeros que van y vienen, se agitan y charlan, entran y salen del santuario; a la sombra de los árboles y sobre el santo suelo los blancos manteles y apetitosos manjares; todo este cuadro alegre, bullicioso, y alumbrado por un sol espléndido, casi casi de justicia, para quien allí acude con intento de observarlo resulta en extremo encantador. ¡Lástima que estas notas no hubieran sido tomadas por persona de talento para retratar al vivo tipos, costumbres y paisajes!.

La fiesta religiosa comenzó a las diez de la mañana. El Sr, cura párroco de Aldeavieja dio la misa solemne asistido de otros dos sacerdotes, uno de ellos hijo de esta ciudad, D. Hilario Sánchez, párroco de Itueros (Segovia), y el sermón corrió a cargo del Sr. cura párroco de Cantimpalos, que desarrolló con elocuencia y vigorosa argumentación la tesis que se propuso probar.

Terminada la misa, cerca ya de la una de la tarde, la imagen veneranda salió en su carroza y procesionalmente dio la vuelta a la ermita, siendo mucho el tiempo que tardó en volver a la iglesia porque la costumbre de colocar a los niños sobre la carroza obliga a que la procesión vaya muy despacio. Entre tanto lanzaba el aire sus alegres notas la dulzaina y a su son, vigorosos y alegres mozos bailaban delante de la imagen como dando a entender su regocijo, detalle este último que a decir verdad no  nos agradó porque entre otras cosas parécenos que trae un origen pagano poco en armonía con la severidad del culto católico.

Concluida la fiesta religiosa, el señor Mayordomo, nuestro amigo D. Carlos Silgado, obsequió a numerosos invitados con suculenta comida, dulces y cigarros, desviviéndose en unión de su familia por agradar a cuantos respondieron a su galante invitación.

Después, los jóvenes bailaron en la pradera hasta sudar la gota gorda, comenzó el desfile de romeros y por la noche contadísimas personas quedaban en los alrededores del santuario.

20 de junio de 2025

Aldeavieja y la guerra hispano-yanqui de 1898.

 

En abril de 1898 empezó la guerra hispano-yanqui, aquella guerra que acabó con el “imperio” colonial español, a causa de la tremenda diferencia bélica entre los Estados Unidos y una España empobrecida y atrasada.

Lo curioso del asunto es que, en nuestro país, se tenía una idea muy equivocada sobre la fortaleza de nuestras fuerzas armadas, así como de su preparación y un desconocimiento total del poderío naval de la república norteamericana.



Es curioso observar cómo la prensa no veía esa debilidad y ofrecía una imagen de los “yanquis” totalmente despectiva; los ripios, como el que sigue, eran cosa de todos los días y de toda la prensa nacional:

Al partir para la guerra

la jotica fui cantando

y la pobre de mi madre

por mi quedaba llorando.

 

Para vencer a los yankees

no queremos los fusiles

con la alpargata nos basta

para matarlos a miles.

 

No le asusta al español

que tengan muchos cañones.

Les falta lo que nos sobra…

¡valor en los corazones!

 

Por supuesto, en nuestro pueblo, la guerra no pasó inadvertida y se le dio la importancia que tenía; como en toda España hubo un movimiento general para aportar toda la ayuda posible, sobre todo monetaria; suponemos que debido a la rapidez con que se llegó a su final no dio tiempo, quizás, ni a entregar el dinero que se recaudó para tal fin; de todas maneras, el periódico abulense “El Eco de la Verdad” se preocupó por informar de lo que en Aldeavieja se realizó; así, con fecha 7 de junio de 1898, publicó el siguiente artículo:

 

Constituida en Aldeavieja la Junta local para la suscripción nacional, comenzó inmediatamente sus trabajos con el mayor celo para obtener todos los recursos posibles, que no han sido pocos dado el escaso vecindario del pueblo y la mala situación en que se encuentran aquellos labradores, sobre todo en esta época.

También se ha verificado una solemne rogativa a Nuestra Señora del Cubillo, venerada imagen de próximos y lejanos contornos, para impetrarle a tan milagrosa imagen el triunfo de nuestros ejércitos de mar y tierra. El digno señor Cura párroco D. Ildefonso Pelayez Postigo, lo propuso así a sus feligreses que gustosos aceptaron, y al efecto el pueblo entero fue en procesión a la ermita de tan milagrosa Virgen, donde se dijo una Misa.

Entre las personas que más se han distinguido, trabajando en pro del aumento de la suscripción en dicha localidad merece, mención especial el médico titular D. Enrique García Coviella, que instruyó a varios niños en el canto de un himno patriótico guerrero compuesto por él, y los cuales postulando por las calles llegaron a recoger una buena cantidad que se entregó al depositario nombrado por la Junta local.

Es digna también de aplauso la conducta de aquel Ayuntamiento asociándose a todo cuanto se ha propuesto con el fin de engrosar la suma destinada a la suscripción nacional.

17 de junio de 2025

Teatro en Aldeavieja, 1950.

 

Educación y Descanso, denominada oficialmente como Obra Sindical de Educación y Descanso, fue una organización española de tipo cultural y recreativo, dependiente de la Organización Sindical Española, que existió durante la época de la dictadura franquista, entre 1939​ y 1977. Estaba dedicada a promover y realizar todo tipo de actividades artísticas, culturales y deportivas por parte de los trabajadores. ​

Las actividades amparadas por esta Organización se extendían, pues, a grupos de teatro, cineclubs, coros y danzas, viajes, vacaciones y sobre todo competiciones deportivas.

Por supuesto, su largo brazo llegó también a nuestro pueblo y, aunque parezca mentira, en forma de obra teatral, pero una obra representada por los vecinos, no por actores que vinieran de fuera; es algo impensable hoy en día pero, si preguntáis a vuestros mayores seguro que ellos sí recuerdan cómo, en los pueblos, se representaban obras de teatro y no sólo en esta época, sino mucho antes.



Como recuerdo de aquello, os traigo hoy un artículo aparecido en el “Diario de Ávila” en su número de 27 de abril de 1950, hace ya más de setenta y cinco años y que se titulaba 

EDUCACION Y DESCANSO EN ALDEAVIEJA”.

“Con el conjunto artístico de aficionados de aquella localidad agrupados en la denominación de “Cuadro Artístico de Educación y Descanso”, se ha llevado a la escena el formidable drama de cinco actos titulado “El soldado de San Marcial”, en un programa largo –cosa lógica-, pero más porque el espectáculo constaba de una segunda parte en la que esta simpática agrupación realizó el sainete cómico llamado “El Chaleco Blanco”.-

Comentando sobre el acontecimiento, que lo fue, puede decirse con verdad que en la primera obra que se presentó, el público derramó lágrimas abundantes. ¡Qué tragedia, señores!. En la segunda parte, el público rió alborozado y no decimos que en ocasiones hizo pucheros, porque se habrían roto todos. Así pues el espectáculo fue transcurriendo con normalidad gracias a la buena preparación que los directivos señores Félix Martín Martín y don Carlos Bermejo proporcionaron al elenco que se presentó ante el público perfectamente ataviados tal como requiere el drama, y gracias, respecto a ello, por la colaboración de don Leandro G. Maroto que facilitó el vestuario.

La interpretación fue aceptada plenamente por el respetable que premió con lágrimas abundantes aquellos momentos porque atravesaron Auria Grande, Gloria Vázquez, Carlos Bermejo, Carlos Gómez, Mariano Mateos y Tomás Magdaleno. Así como también obsequió la recompensa de sonoras carcajadas del público unánime a la actuación cómica de Abraham Pindado y Feliciano Torres con Magencia Martín. Cumplieron acertadamente en sus respectivos papeles las señoritas Anita Molinero, Milagros Zahonero y la niña Felipita García.

Indudablemente merecen nuestro aplauso estos aficionados que con entusiasmo verdadero han de continuar dedicando sus ocios al cultivo del arte, en el que destacan Gloria Vázquez, que estuvo magnífica en su papel de Lucía y que es de esperar llegue a superarse en cada actuación alcanzando cada vez mayor afición, tal como ha de ocurrir con todos los afiliados en esta agrupación que insisten en el aprendizaje y constante preparación de obras teatrales.

Por el éxito obtenido y la buena idea de entretener el tiempo libre de esta forma cultural, felicitamos sinceramente a todos los componentes de tan simpático Cuadro Artístico y en particular a don Félix Martín y don Carlos Bermejo, directores y organizadores.

A.D.S.”

Félix Martín Martín era el párroco del pueblo por aquellas fechas, antes de la llegada de don Justino, los curas eran muy aficionados a todas estas puestas en escena; Carlos Bermejo escribía muy a menudo en el periódico y sus artículos sobre Aldeavieja fueron varios, desconozco si tenía familia o conocidos en el pueblo, aunque supongo que sí. Conoceréis muchos de los nombres que se citan en el artículo y seguro que entre ellos casi todos tenemos algún familiar.

La obra "El soldado de San Marcial" es una obra, escrita en 1885, del dramaturgo, político y académico Valentín Gómez y Gómez, simpatizante del Carlismo y católico acérrimo. "El chaleco blanco", por contra es una obra cómico-lírica (una zarzuela, vamos) escrita por Miguel Ramos Carrión en 1890 y musicada por Federico Chueca, se nota que los organizadores no querían poner nada moderno o problemático.

19 de abril de 2025

Aldeavieja: La Capilla de San José, sepulturas I

 

     Hoy voy a retomar un tema que ya he tratado hace cinco años sobre Luis García de Cerecedo; os acordaréis de aquel negociante, prohombre del rey (Felipe IV), al que vendía las monturas que tanto su ejército, como sus transportes necesitaban; lo encontraréis en las entradas del 28 de abril de 2020 (Aldeavieja: Luis García de Cerecedo) y en las dos anteriores, sobre el retablo y la capilla que fundó en la iglesia del pueblo.



     Voy a mostraros uno de los puntos de esa capilla a los que se dedica menos la atención: las sepulturas del caballero y de su familia, que se encuentran a nuestros pies, y nunca mejor dicho, pues forman parte del enlosado de la capilla.

     Las reconoceréis enseguida: hay cuatro sepulturas cercanas al altar de la capilla que, en su base, tienen representada una calavera… esas son. Las dos centrales son las que más nos interesan; en la primera se puede leer:



AQUÍ YACEN LOS SEÑORES BALTASAR GARCÍA, PADRE DEL SEÑOR LUIS GARCÍA DE CERECEDO, FUNDADOR DE ESTA CAPILLA, QUE MURIÓ EN LA CIUDAD DE ANDÚJAR EL AÑO DE 1631 Y SE LE TRASLADÓ A ESTE SEPULCRO CON MARÍA GONZÁLEZ DE CERECEDO, SU MUJER, AÑO DE 1672, REQUIESCANT IN PACEM

     Son los padres de nuestro protagonista, que vivían en Andújar donde cuidaban de la extensa ganadería que poseían y con la que el hijo comerciaba; una vez acabada la Capilla, traen sus restos a Aldeavieja y los hace enterrar en ella, siendo la primera sepultura que se hace en la misma.

     La de al lado, reza así:

AQUÍ YACEN LOS SEÑORES LUIS GARCÍA DE CERECEDO Y MARÍA DE HERRERA, SU MUJER, FUNDADORES DE ESTA CAPILLA Y DE LAS MEMORIAS DE CASAR HUÉRFANAS, SOCORRO DE POBRES VERGONZANTES Y VESTIR TRES PERSONAS A HONRA DE JHS, MARÍA Y JOSÉ, AÑO DE 1675. SOLIDEO HONORE.



     Es, por supuesto la de los fundadores de la Capilla, Luis falleció en 1676, un año después de la fecha que aparece en la lápida, se supone que la hizo esculpir en un momento en que ya se veía cerca de la muerte y, junto a su cadáver, hace poner el de su mujer, que había fallecido en 1662, catorce años antes.

     La tercera lápida a la que hoy hacemos referencia dice así:

AQUÍ YACEN JOSEPH GARCÍA CERECEDO Y JUANA BAQUERO DE HERRERA, SU MUJER, SOBRINOS Y SEGUNDOS PATRONES DE ESTA CAPILLA Y DE SUS MEMORIAS Y OBRAS PÍAS, QUE FUERON LOS SEÑORES LUIS GARCÍA CERECEDO Y MARÍA DE HERRERA, SU MUJER, AÑO DE 1707. Y JOSEPH GARCÍA CERECEDO SU HIJO, QUE MURIÓ DE EDAD DE 20 AÑOS. A 29 DE AGOSTO DE 1690.

     Cuando paséis por aquí no dejéis de verlas y de apreciar el magnífico estado de conservación en que están. Otro día os hablaré de las demás sepulturas que allí se encuentran.

14 de marzo de 2025

Aldeavieja 1966


          En enero del año pasado ofrecía un artículo aparecido en "El Diario de Ávila", en 1972, en el que hablaba del pueblo, de nuestro pueblo, de su presente y de su posible futuro; hoy os traigo otro, del mismo autor Pedro de Ulaca, pero éste aparecido seis años antes, en diciembre de 1966 y en el que se encuentran cosas curiosas, como el poco conocimiento que el periodista tenía de la realidad del pueblo al hablar de una fábrica de curtidos, desaparecida hacía casi cien años; en fin, como él lo escribió así os lo presento, pues también alguno de sus augurios se han cumplido.

Aldeavieja




          Como su nombre lo indica, existió de muy antiguo este poblado en cuyo término se anotan como accidentes importantes la Huerta de don Antonio Zahonero; la Huerta de don José López, la Huerta de las Charcas, una fábrica de Curtidos denominada “Las Tenerías”, una ermita en ruinas antiguamente dedicada a San Cristóbal, otra ermita del título del Santísimo Cristo de la Agonía y un Santuario más importante con casa; lugar de animada y devota romería durante todo el año, con fiesta principal en septiembre, en honor de la Santísima Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora del Cubillo.

          Hoy Aldeavieja, comunicada con la capital de la provincia por la espléndida carretera de Madrid, a veintidós kilómetros de distancia, tiene una población de quinientos cuatro habitantes, viviendo en ciento cincuenta y una casas. Una población muy unida en aspiraciones en torno a las autoridades locales. Una población que cultiva la inteligencia en cuantas ocasiones y por cuantos medios se le ofrecen para adquirir un nivel de vida del tono del ambiente que la comunicación de una vía de primer orden pide a nuestros pueblos más adelantados.

          En Aldeavieja se tiene confianza en el progreso de la agricultura y la ganadería provinciales. Y es un pueblo que no ha entra aún –aunque no le falta el ambiente de serranía y horizontes castellanos- en ese movimiento de ansiedad que crea por doquier el fomento de colonias veraniegas. Todavía no ha sonado en Madrid el nombre, de tan simpático y atrayente lugar para que las gentes comiencen a solicitar solares sobre los cuales construir villas y hoteles… Pero es fácil que un día, si el progreso agrícola y ganadero muestra el producto de la unidad en las explotaciones posibles, también el turismo transforme la faz del poblado y bajo los arcos de la monumental ermita de San Cristóbal veamos un bar en que los viajeros de automóviles evoquen el culto a su Patrono…

Pedro de ULACA


26 de febrero de 2025

Aldeavieja: Una iglesia en pinturas

Hoy os traigo una serie de cuadros, de distintos estilos, diferente formato, técnicas variadas y de varios autores; no os indico sus nombres pues, quizás sea lo de menos, simplemente que gocéis de su visión. Lo que les une es el tema: la iglesia parroquial. Podéis votar, a ver cual es más de vuestro gusto.